El ricino, conocido como castor, tártago, higuereta o mosquitera, es una planta de la familia Euphorbiaceae que es originaria de las zonas tropicales africanas, específicamente en Etiopía, pero que se ha ido adaptando a otras áreas tropicales convirtiéndose también en especie invasora.
Esta planta es un arma de doble filo, pues produce semillas viables y tóxicas, no obstante, el valor de esta planta se encuentra en sus compuestos anticancerígenos así como en el aceite que se le extrae, que además de ser comestible tiene diversas propiedades.
Qué es el ricino y cuáles son sus usos
El ricino es un arbusto de tallo grande y leñoso que puede llegar a tomar un color púrpura; sus hojas son de gran tamaño y tiene bordes irregularmente dentados. Las flores nacen del tallo y tienen cinco pétalos, se ramifican en forma de coliflor.
Su fruto se caracteriza por tener abundantes púas, que le dan un aspecto erizado y tiene tres cavidades, cada una con una semilla. Para favorecer su crecimiento, el ricino requiere un clima cálido, en donde no haya heladas.
Su principal valor radica en las semillas (ricas en vitamina E), de las que se obtiene un aceite llamado aceite de ricino o de castor, mismo que se caracteriza por tener triglicéridos de ácidos grasos derivados del ácido ricinoleico.
La estrella de los cosméticos
Entre las propiedades curativas que se le atribuyen al aceite de ricina están sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes e hidratantes, de ahí que sea uno de los elementos más usados en los cosméticos.
Esto trae como beneficio a quienes lo usan el prevenir el envejecimiento de la piel, al tiempo se suaviza y mejora la textura de la piel gracias a sus ácidos grasos. También fortalece los tejidos por sus proteínas, minerales y vitaminas.
El ricino también tiene propiedades tonificantes y protege el cabello al nutrir los folículos pilosos y estimular el crecimiento, por ello también es muy común encontrar este principio activo en productos como lápices de cejas y las máscaras de pestañas.
En el mundo del maquillaje también se puede encontrar en iluminadores, en productos para las uñas y en bálsamos labiales, ya que les da volumen y brillo.
Por otro lado, es una de las herramientas más útiles para combatir el acné gracias a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. También es bueno para las pieles sensibles y ayuda a mantener los poros abiertos, previniendo los puntos negros.
Toxicidad
Aunque en apariencia el aceite de ricino sea inofensivo y ayude a la piel, esto no significa que no haya registros de personas con reacciones alérgicas como erupciones cutáneas, hinchazón o picazón.
Además, es importante destacar que las semillas son altamente tóxicas por lo que no deben ser masticadas o tragadas, pues pueden propiciar un severo cuadro de deshidratación, gastroenteritis, daños en el hígado y riñón e incluso provocar la muerte.
Debido a que es una planta invasora también se ha convertido en una amenaza para el ecosistema de las Islas Canarias, por lo que está prohibida su introducción al menos en este territorio.