Las propiedades medicinales poco conocidas de la yuca

Así como en los países asiáticos el arroz forma parte esencial de la comida y en occidente lo es el trigo, en países de América Central y Sudamérica la yuca es uno de los ingredientes principales de los platillos típicos.

Sin embargo, pocos saben de las propiedades medicinales ocultas detrás de la yuca, de acuerdo con el Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador.

De la especie manihot esculenta, la yuca es un arbusto perenne que forma parte de las euforbiáceas; es extensamente cultivada en zonas tropicales de América, África y Oceanía debido al valor que tiene el tubérculo que emerge de ella, muy conocido por tener altos niveles de almidón.

Se tiene registro que la yuca fue uno de los primeros cultivos domesticados en América hace cuatro mil años y que fue uno de los alimentos principales en la cultura maya, pues les permitió sostener a su numerosa población.

Su papel en la gastronomía es variado: en Argentina se usa su almidón para hacer harina de mandioca; en Brasil se elabora la farofa o se usa la raíz para hacer la vaca atolada; en Bolivia se consume de forma frita; en Colombia se usa para preparar enyucado, carimañolas, casabe, pandeyuca, pastel de yuca, sancochos; en Ecuador se agrega al encebollado con mariscos y en México se utiliza para el puchero.

Este arbusto puede llegar a crecer hasta dos metros de altura y se adapta únicamente a las zonas tropicales, por lo que no es capaz de resistir las heladas. Esta hierba también requiere altos niveles de humedad y sol para poder crecer.

La yuca se reproduce mejor por esquejes (fragmento de tallo o raíz introducido directamente al suelo) que por semilla. Aunque su crecimiento es muy lento en los primeros meses, el control de ésta es vital para su desarrollo a futuro.

Cuando la planta tiene un año de edad se pueden extraer las raíces para sacar los tubérculos que la caracterizan y de donde también sale la mandioca o la tapioca. Si la raíz se llega a endurecer entonces se vuelve dura e incomestible.

Por su parte, la raíz de la yuca es cilíndrica y oblonga, alcanza un metro de largo. La cáscara de la raíz es dura, leñosa e incomestible; en tanto, la pulpa del tubérculo es rica en hidratos de carbono, azúcares y se oxida.

• Mejora la digestión: la yuca tiene efectos depurativos y antioxidantes debido a que es rica en vitaminas, minerales y fibra, por lo que se recomienda en casos de estreñimiento. La fibra dietética de la yuca puede contribuir a acelerar el procesamiento de los alimentos a través del sistema digestivo, además de dar mejor forma a las heces facilitando su expulsión.
• Para mejorar el sistema inmunitario: los nutrientes que tiene la yuca -como vitaminas, sirven como aliados para mejorar las defensas del cuerpo al prevenir enfermedades infecciosas, alergias y otras afecciones que dan cuando se tienen las defensas bajas.
• Promueve la salud ósea: aunque en comparación a otras hierbas tiene menos calcio, también es una fuente importante capaz de ayudar a mantener los huesos fuertes y evitar la pérdida de su densidad.
• Otros usos: también se recomienda su consumo en los casos de artritis, para tratar enfermedades de la piel y para aliviar jaquecas. En otros de sus usos, la yuca también se emplea para producir papel, textiles, cosméticos, detergentes y plástico biodegradable.

La yuca o mandioca se debe pelar y cocinar, ya que cuando está cruda contiene toxinas que son perjudiciales para la salud, para ello se recomienda cocer o freír como si fuera una papa o patata; también se puede moler para obtener harina y las hojas se pueden consumir siempre y cuando también hayan pasado por un proceso de cocción.

Sin embargo, es muy importante que la yuca se consuma de forma moderada, pues el exceso de ésta puede incidir en el aumento de peso y si no está bien preparada puede ser tóxica.

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