El dolor anal, es decir, aquel que afecta la región perianal que está conformada por el ano y el recto, es una afección frecuente. Si bien la mayoría de las causas del dolor anal son benignas, sí puede ser intenso por la gran cantidad de terminaciones nerviosas.
La mayoría de las enfermedades que provocan dolor anal también pueden ocasionar sangrado rectal, que, en general, es más alarmante que grave.
Las causas del dolor anal suelen poder diagnosticarse con facilidad. En general, puede tratarse con analgésicos de venta libre y baños con agua caliente, también llamados baños de asiento.
Causas del dolor anal
Regularmente el dolor anal es el síntoma de algún otro padecimiento, estos pueden ser desde malestares básicos o más complejos.
Las causas más básicas del dolor anal son las fisuras, fístula y picazón anal, la constricción anal o rectal, el estreñimiento, la diarrea, las hemorroides -particularmente la trombosada-, así como la retención fecal.
Mientras que las causas más serías son el cáncer de ano, la coxidinia o coxigodinia, la enfermedad de Crohn, las verrugas genitales, el síndrome del elevador del ano, el absceso perianal, un hematoma perianal, la proctalgia fugaz, la proctitis, el síndrome de úlcera rectal solitaria, un traumatismo, la colitis ulcerosa y la proctitis ulcerosa.
Cuándo acudir al médico
Acudir al médico de forma oportuna puede ser vital para que un caso menor de dolor anal no se convierta en uno preocupante.
Se debe de ir al hospital a recibir atención inmediata si el paciente con dolor anal manifiesta una importante cantidad de sangrado rectal o simplemente no cesa, especialmente si se está acompañado por aturdimiento, mareos o sensación de desmayo; también si el dolor anal empeora, se expande o está acompañado de fiebre, escalofríos o secreción.
Se debe de pedir una consulta con el médico si el dolor dura más de unos días y si las medidas de cuidado personal no están ayudando, también está acompañado de un cambio en el hábito intestinal o de sangrado rectal.
Una hemorroide que se manifiesta rápidamente o que es particularmente dolorosa puede haber desarrollado un coágulo sanguíneo en el interior. La extracción del coágulo dentro de las primeras 48 horas generalmente es lo que permite el máximo alivio, por lo que es importante solicitar una consulta con el médico a tiempo.
El coágulo sanguíneo de una hemorroide trombosada, si bien es doloroso, no puede desprenderse y viajar a otras partes del cuerpo, por lo que no causará ninguna otra complicación asociada con los coágulos sanguíneos que se forman en otras partes del cuerpo.
También se debe consultar al médico si se tiene sangrado rectal, particularmente si se tienen más de 40 años, para descartar enfermedades poco frecuentes pero graves, como el cáncer de colon.
Prevención
Según la causa del dolor anal, hay algunas medidas que puedes adoptar en casa para aliviar el dolor.
Comer más frutas, vegetales y granos enteros, hacer ejercicio diariamente y tomar ablandadores de heces, si es necesario, para facilitar el movimiento intestinal, reducir el esfuerzo al evacuar y aliviar el dolor
Sentarse dentro de una bañera con agua caliente hasta la cadera (conocido como baño de asiento) varias veces al día para aliviar el dolor producido por las hemorroides, fisuras anales o espasmos del músculo rectal
Aplicar una crema de venta libre para las hemorroides o crema de hidrocortisona para las fisuras anales
Tomar analgésicos de venta libre para aliviar el dolor como paracetamol, aspirina o ibuprofeno.
Con información de Mayo Clinic
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