Las desconocidas propiedades medicinales del Diente de León

Cuando se trata de plantas medicinales, muy pocas se encuentran de manera silvestre, es decir, que crece fácilmente, sin cultivo, en diferentes tipos de climas y lugares.

Tal es el caso del Diente de León, una hierba originaria de Europa cuyo su nombre científico es Taraxacum offícinale y forma parte de la familia de las Asteráceas.

Se caracteriza por ser una planta pequeña que no pasa de los 10 centímetros de altura y que se caracteriza por sus pequeñas flores amarillas o blancas agrupadas en una cabezuela en la punta del tallo.

Sin embargo, pocos saben que cuenta con una serie de propiedades medicinales que vienen, principalmente, de su composición, según explica el documento “Tlayeyecolpahtli (Medicina experimentada)”, publicado por Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de México.

Por ejemplo, las hojas están compuestas de flavonoides, cumarinas y vitaminas; mientras que las raíces de inulina, amargos y resina.

Uno de los principales usos medicinales del Diente de León es en el combate de la diabetes, ya que ayuda a reducir la azúcar en la sangre, según señala el documento “Herbolaria Oaxaqueña para la salud”, publicado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) de México.

En el mismo sentido, esta planta medicinal corrige los problemas de hipertensión, ya que se le atribuyen propiedades depurativas de la sangre e incluso diuréticas.

Al tener propiedades diuréticas, el Diente de León mata a los microorganismos que causan infecciones en las vías urinarias, impidiendo que se propaguen.

A la par, a la hierba curativa se le atribuyen la estimulación en la secreción de bilis, que ayuda a la digestión y a las enzimas a descomponer las grasas en ácidos grasos que pueden introducirse en el cuerpo a través del tracto digestivo.

También el documento publicado por Inmujeres sostiene que el Diente de León ayuda a regenerar cartílagos, tejidos y huesos. Sin mencionar que es utilizado tradicionalmente para inhibir la tendencia en el consumo del alcohol.

Por su parte, el documento del INPI asegura, además, que esta planta medicinal alivia el estreñimiento, la obesidad, la gota, las enfermedades de la piel y el reumatismo.

Para obtener los beneficios a la salud del Diente de León, se recomienda beber una infusión realizada con las hojas y las raíces de la planta.

Esta bebida se prepara poniendo a hervir en 150 mililitro de agua de tres a cinco gramos de la raíz o de siete a diez gramos de las hojas del Diente de León. Posteriormente se deja reposar de cinco a diez minutos, se filtra y se bebe tres veces al día.

Cabe mencionar que esta planta medicinal también puede consumirse cruda, en ensaladas, o extraerse su jugo

Aunque es una planta medicinal considerada segura para el consumo humano, existen una serie de contraindicaciones que deben seguirse para evitar efectos secundarios no deseados.

Se debe tener en cuenta que, al igual que con cualquier planta, es posible la aparición de alergias. Las reacciones alérgicas pueden variar desde leves, como picazón o enrojecimiento, hasta más graves, como dificultad para respirar.

Si se experimenta cualquier síntoma de alergia, se debe detener su consumo y buscar atención médica de inmediato. No se recomienda la administración del Diente de León para niños menores de dos años, ya que puede ocasionar una reacción alérgica.

Al ser una planta de fácil crecimiento, en los jardines puede convertirse en plaga. Para evitar que se extienda exageradamente, se recomienda cortar las flores antes de que se desarrollen las semillas.

Es importante mencionar que, al consultar al médico, lo mejor es informarle que se está usando esta planta medicinal para atender algún padecimiento.