La invaginación es una afección grave que sucede cuando una parte del intestino se desliza hacia una parte adyacente de este, lo que regularmente bloquea el paso de los alimentos o líquidos, así como de cortar el suministro sanguíneo a la porción del intestino afectada, lo que puede ocasionar una ruptura en el intestino, infección o muerte del tejido intestinal.
La invaginación es la causa más común de obstrucción intestinal en niños menores de 3 años, aunque también puede ocurrir en adultos. Se desconoce la causa en la mayoría de los casos, pero suele estar relacionado con el resultado de una afección médica subyacente, como un tumor.
En los niños, los intestinos por lo general se pueden volver a colocar en su lugar con un procedimiento menor. En el caso de los adultos, a menudo se requiere una cirugía para corregir el problema.
Síntomas
Los síntomas en un caso de invaginación depende si el paciente es un adulto o un menor de edad.
En el caso de un niño, el primer signo puede ser el llanto repentino y fuerte causado por dolor abdominal. Los bebés que sufren dolor abdominal pueden llevarse las rodillas al pecho cuando lloran.
Este dolor aparece y desaparece generalmente cada 15 a 20 minutos. Posteriormente, estos episodios dolorosos duran más y ocurren con mayor frecuencia a medida que pasa el tiempo.
Otros signos frecuentes son heces son sangre y mucosidad, a veces denominadas heces de jalea de grosella debido al aspecto; vómitos; bulto en el abdomen; debilidad o falta de energía; y diarrea.
No siempre se presentan todos los síntomas. Algunos bebés no presentan un dolor evidente y algunos niños no eliminan sangre ni tienen un bulto en el abdomen. Algunos niños más grandes sufren dolor, pero no presentan otros síntomas.
Te puede interesar: Qué es la lengua geográfica, cuáles son sus síntomas y cómo se cura
En el caso de los adultos, los síntomas del trastorno a menudo se superponen con los síntomas de otros trastornos, su identificación es más compleja.
El síntoma más común es el dolor abdominal que aparece y desaparece. También puede haber náuseas y vómitos. A veces, las personas tienen síntomas durante semanas antes de buscar atención médica.
Causas
En caso de invaginación una parte de tu intestino, generalmente el intestino delgado, se desliza dentro de una parte adyacente. En ocasiones, esto se denomina acción telescópica, porque es similar a la manera en que un telescopio plegable se desliza.
En algunos casos en adultos, la acción telescópica es causada por un crecimiento anormal en el intestino, como un pólipo o un tumor.
Las contracciones en forma de ondas normales del intestino toman este punto de plomo y la mucosa que recubre el intestino y los empujan dentro del intestino. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se puede identificar la causa de la intususcepción.
Lee además: Conteo bajo de espermatozoides: cuáles son los síntomas y que recomiendan los especialistas
En la gran mayoría de los casos de invaginación en los niños, se desconoce la causa. Dado que la intususcepción parece presentarse con más frecuencia en los meses de otoño e invierno, y que muchos niños con el problema tienen síntomas similares a los de la gripe, algunos sospechan que un virus puede ser un factor que contribuya a la afección.
A veces, se puede identificar un punto de plomo como la causa de la afección; más comúnmente el punto de plomo es una bolsa en el recubrimiento del intestino delgado.
En adultos, la invaginación generalmente es el resultado de una afección médica o un procedimiento médico, como un pólipo o un tumor, tejido similar a una cicatriz en el intestino, cirugía para bajar de peso (bypass gástrico) u otra en el tracto intestinal, así como la inflamación debido a enfermedades como la de Crohn.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la intususcepción incluyen la edad, el sexo, la formación intestinal anormal al nacer y determinadas afecciones.
Los niños, en especial los varones pequeños, suelen ser más propensos a desarrollar intususcepción que los adultos. Es la causa más común de obstrucción intestinal en los menores de entre 6 meses y 3 años.
La malrotación intestinal es una afección en la que el intestino no se desarrolla ni gira correctamente, y aumenta el riesgo de intususcepción.
Algunos trastornos, como la fibrosis quística, la púrpura de Schonlein-Henoch (también conocida como vasculitis por IgA), la enfermedad de Chron y la enfermedad celíaca, pueden aumentar el riesgo de intususcepción.
Complicaciones
La invaginación puede cortar el suministro de sangre a la parte afectada del intestino. Si no se trata, la falta de sangre hace que el tejido de la pared intestinal muera.
La muerte del tejido puede causar una ruptura (perforación) en la pared intestinal, lo que puede provocar una infección en el revestimiento de la cavidad abdominal (peritonitis).
La peritonitis es una afección que pone en riesgo la vida y requiere atención médica inmediata. Algunos de los signos son el dolor e hinchazón abdominal, fiebre y vómitos.
La peritonitis puede causar que el paciente entre en estado de choque. Los síntomas del estado de choque incluyen piel fría y húmeda que puede estar pálida o de color gris; pulso débil y rápido; respiración anormal que puede ser lenta y superficial, o muy rápida; ansiedad o agitación y languidez excesiva.
Un niño en estado de choque puede estar consciente o inconsciente. Si sospechas que un niño está en estado de choque, busca de inmediato atención médica de emergencia.
Tratamiento
El tratamiento de la invaginación suele ser una emergencia médica por lo que es necesario para evitar la deshidratación grave y el choque, así como para prevenir la infección que puede producirse cuando una parte del intestino deja de funcionar debido a la falta de sangre.
La principal forma de tratar un caso de invaginación es con un contraste soluble en agua o un enema con aire. Este se considera un procedimiento de diagnóstico y un tratamiento que suele solucionar el problema en el 90% de los casos en niños y no es necesario realizar ningún otro tratamiento. Cabe mencionar que si el intestino está desgarrado (perforado), no se puede utilizar este procedimiento.
Si el intestino se desgarra, si un enema no logra solucionar el problema o si la causa es un punto de plomo, es necesaria una cirugía. El cirujano liberará la parte del intestino que está atrapada, despejará la obstrucción y, si es necesario, extraerá el tejido intestinal muerto. Este es el tratamiento principal en adultos y con enfermedades graves.
En algunos casos, la invaginación puede ser temporal y desaparecer sin recibir tratamiento.
Con información de Mayo Clinic
SEGUIR LEYENDO: