Conteo bajo de espermatozoides: cuáles son los síntomas y que recomiendan los especialistas

Un bajo recuento de espermatozoides sucede cuando el líquido que se eyacula, es decir, el semen, durante un orgasmo contiene menos espermatozoides de lo normal.

El bajo recuento de espermatozoides también se llama oligospermia. La ausencia total de espermatozoides se llama azoospermia. El recuento de espermatozoides se considera más bajo de lo normal si tienes menos de 15 millones de espermatozoides por milímetro de semen.

Tener un bajo recuento de espermatozoides reduce las posibilidades de que se fecunde el óvulo de tu pareja y produzca un embarazo. Sin embargo, muchos hombres que tienen un bajo recuento de espermatozoides aun pueden ser padres.

El síntomas principal del bajo recuento de espermatozoides es la incapacidad de concebir un hijo. Sin embargo, es posible que no se presenten otros signos o síntomas aparentes.

En algunos hombres, un problema de base, como una anomalía cromosómica hereditaria, un desequilibrio hormonal, venas testiculares dilatadas o una afección que obstruye el paso de los espermatozoides, puede causar signos y síntomas.

Entre los síntomas de recuento bajo de espermatozoides se pueden incluir los problemas con la función sexual, por ejemplo, bajo deseo sexual o dificultad para mantener una erección (disfunción eréctil).

Otros de los signos es el dolor, hinchazón o un bulto en el área del testículo, así como la disminución del vello facial o corporal u otros signos de una anomalía cromosómica u hormonal.

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La producción de espermatozoides es un proceso complejo y precisa el funcionamiento normal de los testículos, así como del hipotálamo y de la hipófisis, órganos que se encuentran en el cerebro y que producen hormonas que desencadenan la producción de esperma.

Una vez que los espermatozoides se producen en los testículos, son transportados por suaves conductos hasta que se mezclan con el semen y se eyaculan por el pene. Los problemas con cualquiera de estos sistemas pueden afectar la producción de espermatozoides.

Además, puede haber problemas relacionados con alteraciones en la forma (morfología), el movimiento (motilidad) o la función del esperma. Sin embargo, a menudo la causa del recuento bajo de espermatozoides no está identificada.

El conteo bajo de espermatozoides puede deberse a varios problemas de salud y tratamientos médicos. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

El varicocele es una hinchazón de las venas que drenan el testículo. Es la causa más frecuente, reversible, de esterilidad masculina. Aunque se desconoce la razón exacta por la que los varicoceles causan esterilidad, esta podría estar relacionada con una regulación anómala de la temperatura testicular.

Algunas infecciones pueden interferir en la producción o en la salud de los espermatozoides o provocar cicatrices que bloqueen su paso. Estas comprenden inflamación del epidídimo (epididimitis) o de los testículos (orquitis) y algunas infecciones de transmisión sexual, como gonorrea o VIH.

La eyaculación retrógrada se produce cuando el semen entra en la vejiga durante el orgasmo en lugar de salir por la punta del pene. Diversos trastornos de salud pueden ocasionar eyaculación retrógrada o ausencia de eyaculación, entre ellos diabetes, lesiones espinales y cirugía de vejiga, de próstata o de uretra.

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Determinados medicamentos también pueden causar problemas de eyaculación, como los medicamento para la presión arterial, conocidos como “alfabloqueadores”. Algunos problemas de eyaculación pueden revertirse, mientras que otros son permanentes.

Los anticuerpos antiespermatozoides son células del sistema inmunitario que identifican de forma errónea a los espermatozoides como invasores dañinos e intentan eliminarlos.

El cáncer y los tumores no malignos pueden afectar directamente los órganos reproductores masculinos a través de las glándulas que liberan hormonas asociadas con la reproducción, como la glándula pituitaria, o por causas desconocidas. La cirugía, la radiación y la quimioterapia para el tratamiento de los tumores también pueden afectar la fertilidad masculina.

En algunos hombres, a veces sucede que, durante el desarrollo fetal, uno o ambos testículos no descienden desde el abdomen hasta el saco que normalmente los contiene (escroto). La disminución de la fertilidad es más probable en los hombres que presentan esta afección.

El hipotálamo, la glándula pituitaria y los testículos producen hormonas que son necesarias para generar espermatozoides. Las alteraciones producidas en estas hormonas, así como en otros sistemas como la tiroides y la glándula suprarrenal, pueden afectar la producción de espermatozoides.

Hay muchos tubos diferentes que transportan los espermatozoides que pueden bloquearse por diversas causas, por ejemplo, lesión inadvertida durante una cirugía, infecciones previas, traumatismo o desarrollo anormal, como fibrosis quística o trastornos hereditarios similares. La obstrucción puede ocurrir en cualquier nivel: dentro del testículo, en los tubos que drenan el testículo, en el epidídimo, en el conducto deferente, cerca de los conductos eyaculadores o en la uretra.

Los trastornos hereditarios, como el síndrome de Klinefelter, en el que un hombre nace con dos cromosomas X y un cromosoma Y (en lugar de uno X y uno Y), causan el desarrollo anormal de los órganos reproductores masculinos. Otros síndromes genéticos asociados con la infertilidad son la fibrosis quística, el síndrome de Kallmann y el síndrome de Kartagener.

La enfermedad celíaca, un trastorno digestivo ocasionado por la sensibilidad al gluten, puede provocar esterilidad masculina. La fertilidad puede mejorar después de implementar una dieta sin gluten.

Ciertos medicamentos como la terapia para reemplazo de la testosterona, el consumo de anabólicos esteroides a largo plazo, contra el cáncer (quimioterapia), algunos antimicóticos y antibióticos, para las úlceras y demás pueden afectar la producción de espermatozoides y disminuir la fertilidad masculina.

Determinadas cirugías pueden evitar que tengas espermatozoides en la eyaculación, entre ellas, la vasectomía, reparaciones de una hernia inguinal, cirugías del escroto o de los testículos, de la próstata y abdominales grandes realizadas para casos de cáncer testicular y del recto, entre otras. En la mayoría de los casos, la cirugía se puede realizar para revertir estas obstrucciones o para recuperar los espermatozoides directamente del epidídimo y de los testículos.

La producción de espermatozoides o su funcionamiento también pueden verse afectados por la exposición prolongada a ciertos elementos del medio ambiente, entre ellos:

La exposición prolongada a bencenos, tolueno, xileno, pesticidas, herbicidas, plaguicidas, solventes orgánicos, materiales de pintura y plomo puede contribuir a la disminución del conteo de espermatozoides, así como al plomo u otros metales pesados, e incluso a la radiación.

Las temperaturas elevadas deterioran la producción y la función de los espermatozoides. Aunque los estudios son limitados y no son concluyentes, el uso frecuente de saunas o baños de agua caliente puede afectar negativamente de forma temporal el conteo de espermatozoides.

Permanecer sentado durante períodos prolongados, usar ropa ceñida o trabajar con una computadora portátil durante largos períodos también puede aumentar la temperatura del escroto y reducir ligeramente la producción de espermatozoides.

Otras causas de un recuento bajo de espermatozoides incluyen el consumo de drogas y bebidas alcohólicas, tabaquismo, estrés emocional depresión y la obesidad.

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Cuando se vea a un médico por problemas para tener hijos, se intentará determinar la causa de base. Incluso si el médico considera que el recuento bajo de espermatozoides es el problema, se recomienda que la pareja se realice pruebas para descartar posibles factores que contribuyan y determinar si es posible que se requieran técnicas de reproducción asistida.

Para diagnosticar un caso de conteo bajo de espermatozoides regularmente se hace un examen físico general y antecedentes médicos, que incluye examinar los genitales y hacer preguntas sobre cualquier trastorno heredado, problemas crónicos de salud, enfermedades, lesiones o cirugías que podrían afectar la fecundidad, así como sobre los hábitos sexuales y el desarrollo sexual.

Un conteo bajo de espermatozoides se diagnostica como parte de un análisis del semen. Por lo general, el conteo bajo de espermatozoides se determina mediante la examinación del semen bajo un microscopio para ver la cantidad de espermatozoides que aparecen dentro de cuadrados en un patrón cuadriculado. En algunos casos, se puede utilizar una computadora para medir el conteo de espermatozoides.

Las muestras de semen se pueden obtener de dos formas diferentes. Puedes suministrar una muestra de semen obtenida al masturbarte y eyacular en un recipiente especial en el consultorio del médico. Debido a creencias religiosas o culturales, algunos hombres prefieren un método alternativo de recolección de semen. En tales casos, el semen se puede recolectar usando un condón especial durante el coito.

Una de las causas más frecuentes del conteo bajo de espermatozoides es la recolección incompleta o inadecuada de una muestra de semen. Los recuentos de espermatozoides también suelen fluctuar. Debido a estos factores, la mayoría de los médicos revisará dos muestras de semen o más en un lapso de tiempo para asegurar la congruencia entre las muestras.

Para asegurar la exactitud en una recolección, el médico pedirá que te asegures de que hayas depositado todo el semen en la taza de recolección o en el preservativo de recolección cuando eyacules, solicitará que te abstengas de eyacular de dos a siete días antes de la recolección de una muestra, recolectará una segunda muestra al menos dos semanas después de la primera y solicitará que evites el uso de lubricantes.

Las densidades normales de espermatozoides varían de 15 millones a más de 200 millones de espermatozoides por mililitro de semen. Se considera que tienes un recuento bajo de espermatozoides si tienes menos de 15 millones de espermatozoides por mililitro o menos de 39 millones de espermatozoides por eyaculado.

Según los hallazgos iniciales, el médico podría recomendar pruebas adicionales para encontrar la causa del recuento bajo de espermatozoides y otras causas posibles para la infertilidad masculina. Estos pueden incluir lo siguiente:

Ecografía del escroto: Esta prueba utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para examinar los testículos y las estructuras de soporte.

Análisis hormonal: El médico podría recomendar un análisis de sangre para determinar el nivel de hormonas producidas por la glándula hipófisis y los testículos, las cuales tienen una función esencial en el desarrollo sexual y la producción de espermatozoides.

Análisis de orina posterior a la eyaculación: Esperma en la orina puede indicar que el esperma vuelve para atrás hacia la vejiga en lugar de salir por el pene durante la eyaculación (eyaculación retrógrada).

Análisis genéticos: Cuando la concentración de espermatozoides es extremadamente baja, es posible que haya causas genéticas involucradas. Un análisis de sangre puede revelar si hay cambios sutiles en el cromosoma Y, los cuales son signos de una anomalía genética. Se podría solicitar un análisis genético para diagnosticar distintos síndromes congénitos o heredados.

Biopsia testicular: Esta prueba consiste en extraer muestras del testículo con una aguja. Los resultados de la biopsia testicular pueden determinar si la producción de espermatozoides es normal. Si lo es, es probable que el problema sea consecuencia de un bloqueo u otro problema con el transporte del esperma. Sin embargo, por lo general esta prueba se utiliza solamente en determinadas situaciones y no se usa con frecuencia para diagnosticar la causa de infertilidad.

Pruebas de anticuerpos antiespermatozoides: Estas pruebas, que se utilizan para verificar las células inmunes (anticuerpos) que atacan los espermatozoides y afectan su capacidad para funcionar, no son frecuentes.

Pruebas de funcionamiento de espermatozoides especializadas: Se pueden utilizar ciertas pruebas para evaluar la supervivencia de los espermatozoides luego de la eyaculación, su capacidad de penetración de un óvulo y la existencia de problemas para unirse al óvulo. Estas pruebas no se realizan con frecuencia y no suelen modificar de forma significativa las recomendaciones de tratamiento.

Ecografía transrectal: Se introduce una pequeña vara lubricada en el recto para examinar la próstata y verificar si hay bloqueos en los tubos que transportan el semen (conductos eyaculatorios y vesículas seminales).

Algunos de los tratamientos para el recuento bajo de espermatozoides van desde distintos tratamientos y medicamentos, hasta una cirugía.

Con cirugía a menudo es posible corregir el varicocele o reparar una obstrucción de los conductos deferentes. Las vasectomías pueden revertirse. En los casos en los que no hay esperma presente en la eyaculación, en general, los espermatozoides pueden recuperarse directamente de los testículos o del epidídimo con técnicas de recuperación de espermatozoides.

Los antibióticos pueden curar una infección del aparato reproductor, pero no siempre restauran la fertilidad, mientras que los medicamentos o el asesoramiento pueden ayudar a mejorar la fertilidad en el caso de trastornos como la disfunción eréctil o la eyaculación precoz.

El médico podría recomendar un reemplazo de medicamentos hormonales en los casos de infertilidad causados por niveles altos o bajos de determinadas hormonas o problemas con la forma en la que el cuerpo las utiliza.

Los tratamientos con técnicas de reproducción asistida consisten en obtener esperma a través de la eyaculación normal, de la extracción quirúrgica o de donantes individuales, según tu situación específica y tus preferencias. Luego, los espermatozoides se introducen en el aparato genital femenino o se utilizan para realizar una fecundación in vitro o una inyección intracitoplasmática de espermatozoides.

Con información de Mayo Clinic

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