Bulimia nerviosa: cuáles son los síntomas y qué hacer ante un caso

Cuando tienes bulimia, puedes necesitar diferentes tipos de tratamientos, aunque la combinación de psicoterapia con antidepresivos puede ser el más eficaz

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Ante cualquier síntoma se recomienda acudir con un especialista.(Infobae)
Ante cualquier síntoma se recomienda acudir con un especialista.(Infobae)

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Las personas que la padecen regularmente tienen episodios secretos de atracones, es decir, comer grandes cantidades de alimentos, y luego vomitan para tratar de deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.

Para deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, las personas con bulimia pueden usar distintos métodos. Desde inducirse el vómito con regularidad, usar laxantes de manera inapropiada, suplementos para bajar de peso, diuréticos o enemas.

Otras formas en las que se presenta la bulimia es en aquellas personas que, para deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, ayunan, adoptan una dieta estricta o hacen ejercicio de forma excesiva.

Dado que la bulimia se relaciona con la imagen que cada persona tiene de uno mismo y no simplemente con los alimentos, puede ser difícil de superar. Pero un tratamiento eficaz puede ayudar a sentirse mejor con uno mismo, adoptar patrones de alimentación más saludables y a revertir las complicaciones graves.

Síntomas

En ocasiones los síntomas de bulimia son difíciles de identificar para los seres queridos de quien la padece (Getty Images/iStockphoto)
En ocasiones los síntomas de bulimia son difíciles de identificar para los seres queridos de quien la padece (Getty Images/iStockphoto)

Los principales síntomas de la bulimia, y los más evidentes para quienes tengan un familiar o persona cercana con este trastorno, son preocuparse por la forma del cuerpo, vivir con miedo de aumentar de peso, repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos sintiendo una pérdida de control durante el atracón, como si no pudieras dejar de comer.

Otros signos de la bulimia son forzar el vómito, hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso, usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios. así como ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos y usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar de peso.

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La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que una persona se purga, por lo menos una vez a la semana durante mínimo tres meses.

Si se tienen síntomas de bulimia, lo mejor es buscar atención médica cuanto antes. Cuando no se trata, la bulimia puede tener efectos graves sobre la salud.

Si no se quiere buscar un tratamiento, habla con alguien sobre lo que te sucede, puede ser un amigo, un ser querido, un maestro, un líder religioso o alguien en quien confíes. Ellos podrán ayudar a adoptar las primeras medidas para obtener un tratamiento exitoso contra la bulimia.

¿Qué hacer si un ser querido presenta síntomas de bulimia?

Tener una autopercepción del cuerpo fuera de lo real es uno de los síntomas más comunes (Shutterstock)
Tener una autopercepción del cuerpo fuera de lo real es uno de los síntomas más comunes (Shutterstock)

Si se cree que un ser querido tiene síntomas de bulimia, lo mejor es hablar con él de forma abierta y honesta sobre lo que te preocupa. No se les pueden obligar a buscar atención profesional, pero se puede animar y apoyar.

También se puede ayudar a encontrar un médico capacitado o un profesional de la salud mental, pedir una consulta e incluso acompañarlos.

Ya que muchas de las personas con bulimia son de peso normal o tienen un poco de sobrepeso, quizás no sea evidente para los demás que hay un problema.

Las señales de advertencia incluyen: la preocupación o las quejas constantes por ser gordos, percepción corporal distorsionada y excesivamente negativa, el consumo repetitivo de cantidades grandes de comida de una sola vez, la adopción de dietas estrictas o ayunos después de comer en exceso, la negación a comer en público o frente a otras personas.

También están las visitas al baño justo después de comer, durante las comidas o por largos períodos; el exceso de ejercicio; la presencia de llagas, cicatrices o callos en los nudillos o las manos; daño en los dientes y encías; cambio en el peso; inflamación de las manos y los pies, al igual que en la cara y las mejillas.

Factores de riesgo

Las niñas y las mujeres son las más propensas a padecer bulimia.(Shutterstock)
Las niñas y las mujeres son las más propensas a padecer bulimia.(Shutterstock)

Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y los hombres. Por lo general, la bulimia comienza durante los últimos años de la adolescencia y el principio de la adultez.

Las personas con familiares de primer grado (hermanos, padres o hijos) con un trastorno alimenticio pueden ser más propensas a desarrollarlo, lo que indica un vínculo genético posible. Tener sobrepeso durante la niñez o la adolescencia puede aumentar el riesgo.

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Los problemas psicológicos y emocionales, como la depresión, los trastornos de ansiedad o el consumo de sustancias están estrechamente ligados a los trastornos alimenticios. Las personas con bulimia pueden tener sentimientos negativos sobre ellas mismas. En algunos casos, los eventos traumáticos y el estrés ambiental pueden ser factores que contribuyen a la enfermedad.

Las personas que siguen dietas tienen un riesgo mayor de desarrollar trastornos alimenticios. Muchas personas con bulimia restringen de forma grave las calorías entre episodios de atracones, lo cual puede desencadenar en una necesidad de comer compulsivamente otra vez y luego purgarse. Otros desencadenantes para los atracones incluyen estrés, una mala autoimagen corporal, alimentos y aburrimiento.

Complicaciones

Vomitar después de comer o en medio de una comida es uno de los síntomas más comunes (IStock)
Vomitar después de comer o en medio de una comida es uno de los síntomas más comunes (IStock)

La bulimia puede causar numerosas complicaciones graves que pueden ir desde una baja autoestima y problemas con las relaciones sociales, hasta pensamientos suicidas.

Las posibles complicaciones incluyen un autoestima negativa y problemas con las relaciones y el funcionamiento social; deshidratación, que puede llevar a problemas médicos importantes, como insuficiencia renal; problemas del corazón, como latidos irregulares o insuficiencia cardíaca; caries dental severa y enfermedad de las encías; períodos ausentes o irregulares en las mujeres; problemas digestivos; ansiedad, depresión, trastornos de personalidad o bipolar; abuso de alcohol o drogas; autolesión, pensamientos suicidas o suicidio.

Prevención

Aunque no hay una forma segura de prevenir la bulimia, se puede guiar a la persona hacia un comportamiento saludable o a que busque tratamiento profesional antes de que la situación empeore.

Promueve y refuerza una imagen corporal saludable principalmente en niños y adolescentes, sin importar el tamaño o la forma. Ayuda a crear confianza de maneras que no tengan que ver con la apariencia.

No hables acerca del peso en el hogar. En lugar de ello, concéntrate en tener un estilo de vida saludable.

Desalienta las dietas, en especial cuando incluyen comportamientos de control de peso poco saludables, como el ayuno, el consumo de suplementos o laxantes para bajar de peso o el vómito autoinducido.

Habla con el médico, quien podrá identificar los primeros indicadores de un trastorno alimentario y ayudará a evitar su desarrollo.

Si notas que un familiar o amigo tiene problemas con la comida que pudieran ocasionar o indicar un trastorno alimentario, trata de hablarles sobre estos problemas y preguntarles cómo puedes ayudar.

Tratamiento

La combinación de psicoterapia con antidepresivos puede ser el más eficaz para superar este trastorno. (Istock)
La combinación de psicoterapia con antidepresivos puede ser el más eficaz para superar este trastorno. (Istock)

Cuando tienes bulimia, puedes necesitar diferentes tipos de tratamientos, aunque la combinación de psicoterapia con antidepresivos puede ser el más eficaz para superar este trastorno.

Por lo general, el tratamiento consiste en un enfoque de equipo que te incluye a ti, tu familia, tu médico de atención primaria, un profesional de salud mental y un nutricionista con experiencia en el tratamiento de trastornos alimenticios. Es posible que un administrador de casos coordine tu atención.

La psicoterapia, también conocida como terapia conversacional o asesoramiento psicológico, implica hablar sobre la bulimia y problemas relacionados con un profesional de la salud mental.

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Los antidepresivos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la bulimia cuando se los usa junto con psicoterapia. El principal antidepresivo para tratar la bulimia es la fluoxetina, un tipo de inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina que puede ser de ayuda, incluso si no estás deprimido.

Un nutricionista puede diseñar un plan de alimentación para ayudar a lograr hábitos alimentarios saludables, para prevenir el hambre y los antojos, así como proporcionar una buena nutrición.

Generalmente, la bulimia se puede tratar fuera del hospital, pero si los síntomas son graves con complicaciones de salud importantes, es posible que se tenga que recibir tratamiento en hospitalización.

Dificultades del tratamiento en la bulimia

Un caso de bulimia puede regresar, por eso hay que estar alerta y seguir el tratamiento.(IStock)
Un caso de bulimia puede regresar, por eso hay que estar alerta y seguir el tratamiento.(IStock)

Si bien la mayoría de las personas que tienen bulimia se recuperan, algunas descubren que los síntomas no desaparecen por completo. Los períodos de atracones y purgas pueden ir y venir a lo largo de los años, según las circunstancias, como la reaparición durante las épocas de niveles altos de estrés.

Si te encuentras otra vez en el círculo de atracones y purgas, las sesiones de seguimiento con tu proveedor de atención primaria, nutricionista o profesional de salud mental pueden ayudarte a afrontar la crisis antes de que el trastorno de la conducta alimentaria esté nuevamente fuera de control.

Aprender maneras positivas de enfrentar la situación, establecer relaciones sanas y controlar el estrés pueden ayudar a evitar una recaída.

Si tuviste un trastorno de la conducta alimentaria en el pasado y notas que los síntomas se están manifestando nuevamente, busca ayuda de tu equipo médico de inmediato.

Con información de Mayo Clinic

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