Un hoyuelo sacro es hueco estrecho y alargado que se hace presente en la espalda, según explica la organización sin fines de lucro y especializada en salud Mayo Clinic, por lo general se encuentra justo por encima del pliegue de los glúteos y se detecta desde el nacimiento de una persona.
En la mayoría de los casos es inofensivo y no requiere tratamiento, sin embargo, en ocasiones se asocia con otras anomalías que pueden llegar a ser graves en la columna vertebral o en la médula espinal.
Mayo Clinic detalla que el hoyuelo sacro es una afección congénita, es decir, se encuentra presente al momento del nacimiento. No existen causas conocidas que provoquen su aparición.
Complicaciones
En raras ocasiones, los hoyuelos sacros se asocian con un trastorno grave no diagnosticado de la columna vertebral o de la médula espinal, como por ejemplo una espina bífida o un síndrome de médula espinal anclada.
La espina bífida aparece cuando la columna vertebral no se cierra de manera adecuada alrededor de la médula espinal, aunque la médula permanece dentro del conducto vertebral. En la mayoría de los casos, la espina bífida oculta no produce síntomas.
Mientras que en un caso de síndrome de médula espinal anclada ocurre cuando el tejido unido a la médula espinal limita sus movimientos. Los signos y síntomas pueden comprender debilidad o entumecimiento de las piernas e incontinencia vesical o intestinal.
Los riesgo de estos trastornos de la columna vertebral aumentan si el hoyuelo sacro está acompañado por un mechón de pelo, papilomas cutáneos o determinados tipos de cambios de color cutáneos.
Diagnóstico
Los hoyuelos sacros están presentes al nacer y son visibles en la primera exploración física del bebé. En la mayoría de los casos, no se necesitan más pruebas.
Si el hoyuelo es muy grande o si está acompañado por un mechón de pelo, papilomas cutáneos o determinados tipos de cambios de color de la piel, el médico puede pedir pruebas de diagnóstico por imágenes para descartar problemas en la médula espinal.
Algunas de estas pruebas son la ecografía, un procedimiento no invasivo que usa ondas sonoras de alta frecuencia para producir imágenes de las estructuras del cuerpo; también una resonancia magnética si se necesita más detalle, en esta caso se usan ondas de radio y un campo magnético potente para generar imágenes transversales del cuerpo.
Tratamiento
No es necesario hacer tratamiento para un simple hoyuelo sacro, en la mayoría de los casos una persona puede continuar su vida normalmente y se tratará solo de una cuestión estética.
Sin embargo, si se trata de un síntoma relacionado a problemas en la columna vertebral o en la médula espinal, lo mejor es consultar con médicos especialistas para conocer cuáles son las opciones para tratar la o las complicaciones detectadas.
Preparación para la consulta
En general, una persona con un hoyuelo sacro no tiene que ir al médico, incluso es posible que esta anomalía sea detectada por los mismos médicos al momento de su nacimiento.
Pero, si se tienen dudas sobre hoyuelo sacro, lo sugerido es hacerlas al médico cuando se lleve al paciente a sus visitas de rutina y preguntar sobre posibles análisis al paciente, si se necesita alguna limpieza o cuidado especial, tratamiento o si se asocia en algún caso con otros trastornos más graves.