Factores climáticos, eficiencia logística y competitividad internacional, son solo algunos de los múltiples elementos que hacen al éxito de la cadena de valor de los productos alimenticios y que Fernando desarrolla en esta entrevista con Movant Connection.
¿Cómo planifican la demanda para poder abastecer de forma eficiente al mercado?
La actividad que realizamos está centrada en conservas de tomate y durazno, que requieren una planificación estacional. Para poder determinar la demanda, hacemos una estimación a un año futuro, ya que nuestras actividades son cíclicas. Se planifica para producir el siguiente año y satisfacer la demanda proyectada.
A partir de esas estimaciones, que pueden tener variaciones, elaboramos la planificación de abastecimiento de materias primas, como el tomate. Trabajamos con los productores para coordinar las plantaciones y asegurar que el tomate madure en el momento adecuado para ser procesado de forma eficiente. Así, la planificación comienza en los meses de invierno, preparando las tierras en función de los kilos necesarios para la producción de enero, febrero y marzo, lo que garantizará el abastecimiento durante todo el año siguiente.
¿Hay participación de insumos importados en estos procesos productivos?
Sí, hay ciertos insumos que debemos importar, lo que agrega un nivel de complejidad a la planificación, especialmente en cuanto a los insumos específicos para la pasta de tomate, como los envases. La correcta planificación de estos insumos es esencial para que estén disponibles a tiempo para el inicio de la temporada y garantizar una producción eficiente.
En cuanto a la producción de los frutos, ¿cómo contemplan los temas climáticos y sus posibles impactos en la planificación?
Los factores climáticos juegan un papel crucial en nuestra planificación. Siempre consideramos distintos escenarios: uno con condiciones climáticas normales, otro con condiciones adversas y un tercero en el que el clima afecte gravemente la producción. Los principales factores climáticos que afectan nuestra actividad son el viento Zonda en Mendoza, las heladas tardías y las tormentas de granizo durante la primavera y el verano. Cuando ocurren contingencias climáticas, debemos adaptar rápidamente nuestros planes. Tener escenarios preestablecidos nos permite reaccionar rápidamente ante cualquier cambio inesperado.
¿Además de abastecer al mercado local exportan sus productos?
Además de abastecer el mercado interno también exportamos productos. En el caso del tomate, generalmente cubrimos la demanda interna, pero siempre quedan excedentes que se destinan a exportación. En el caso de las frutas, como el durazno, exportamos a América y también a otras partes del mundo.
Dado que el mercado local no tiene mucho potencial de crecimiento, el verdadero objetivo es la exportación. Esto no solo abre nuevos mercados, sino que también permite mejorar la rentabilidad de la actividad, aumentar la producción, reducir costos y hacer la empresa más competitiva. La exportación genera un círculo virtuoso: al producir más, los costos se reducen y se hace más rentable continuar en este camino.
¿Cómo describiría el nivel de competitividad de sus productos en los mercados internacionales?
Los productos con los que trabajamos son commodities a nivel mundial, y hay grandes competidores industriales a ese nivel. Argentina tiene que seguir trabajando en mejorar su competitividad para poder estar a la par con los principales actores internacionales.
¿Cuáles son las particularidades de la gestión logística de estos productos?
La logística ha evolucionado mucho en los últimos años. Antes se pensaba que solo se trataba de un camión trasladando productos de un almacén a un cliente. Hoy la logística es un proceso integral que abarca desde el abastecimiento de materias primas hasta la entrega final del producto y es fundamental para nuestra operación.
Pensamos en ella como un proceso que involucra varios actores, desde los proveedores de materias primas hasta los consumidores finales. En el medio están las empresas que transportan la mercadería, y ahí es donde enfrentamos el desafío de moverla de manera eficiente y oportuna. Además, la logística también está cada vez más influenciada por herramientas tecnológicas, como Big Data e inteligencia artificial, que permiten optimizar los tiempos y la gestión de la última milla, mejorando la eficiencia del proceso logístico.
¿Cómo gestionan los vínculos con los proveedores de transporte?
La relación con las empresas de transporte es constante y cercana. Juntos planificamos la distribución del producto terminado y el abastecimiento de materias primas. Esto incluye definir tiempos, cantidades, frecuencia y volumen, asegurando que no haya exceso ni escasez de unidades de transporte. La planificación conjunta es clave, y las empresas de transporte hoy en día están muy bien organizadas, con herramientas que permiten realizar estas planificaciones de manera eficiente.
¿Cuáles son los desafíos a los que considerás que hay que prestar atención de cara al futuro cercano?
El futuro de la logística está marcado por las nuevas tendencias en Big Data e inteligencia artificial, que ayudarán a hacer los procesos más eficientes. También es fundamental asegurar la sostenibilidad de las operaciones, lo que incluye la logística inversa, la gestión de residuos y el tratamiento de efluentes. Estos aspectos deben ser considerados para que las empresas operen de manera responsable y sostenible.