La necesidad de trabajar en red para abordar toda la complejidad del comercio exterior

“Aprendí muchísimo en poco tiempo”, resalta Zaira, en relación a los diversos contextos normativos bajo los que tuvo que gestionar el abastecimiento de insumos y productos importados, para lo que considera clave “trabajar en equipo de manera grande” para poder contemplar todos los factores que inciden en los procesos del comercio exterior.

En mi caso estoy a cargo de la importación tanto de insumos y materias primas como de repuestos y maquinarias para la planta industrial. En este sentido, el rol del comercio exterior es muy importante, porque si no ingresan las materias primas o no se provee a la planta de lo necesario para funcionar no podemos abastecer de productos al mercado local.

La industria alimenticia cubre necesidades básicas y los problemas en el suministro podrían provocar faltantes en los supermercados y afectar también a otras fábricas que dependen de esta gestión de comercio exterior. Por todo esto es que no se puede detener.

Desde diciembre cambió todo y hubo un antes y un después en cuanto a la problemática de las autorizaciones para importar. Hoy las autorizaciones salen rápidamente, pero también es cierto que se generan nuevas demoras en el momento de la importación en sí.

Lo que sucede actualmente es que cuando las cargas llegan al país, al estar más flexibilizados los procesos, ciertas ramas de la importación ya no cuentan con determinados controles, los cuales hoy se distribuyen al resto de las importaciones.

De esta manera, cosas que antes no se controlaban tanto, hoy sí se controlan y se generan más demoras en organismos como el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) o Senasa.

Trabajo principalmente con Francia, India, China, Estados Unidos, y dentro de nuestra región, con Paraguay, Uruguay, Brasil y Chile. Esto representa una gran diversidad de tiempos ya que, por ejemplo, desde India son más de 60 días de tránsito, mientras que desde Paraguay en cinco días ya te llegan los productos.

Trabajamos a partir de una “orden anual” que establece la parte de planificación de producción, donde se definen los insumos que se van a requerir y los plazos. A partir de ahí, compras comienza su negociación y luego entra comercio exterior para asegurar que todo llegue en tiempo y forma a planta, siempre conscientes de que la producción depende de eso.

Para esto es necesario estar controlando todo y trabajar en equipo de manera grande, es decir, no solo comercio exterior con su despachante, que es quien nos asesora en cuanto a la actualidad normativa. Hay que trabajar con el equipo de calidad, con la parte comercial, con quienes se encargan de los registros, con compras, porque si bien hay muchos aspectos que escapan de la gestión del comercio exterior, finalmente influyen en nuestra tarea.

Cada importación requiere su análisis, su clasificación arancelaria, permisos, y tener en cuenta que muchas normativas se modifican continuamente por lo que toda la información suma.

Por eso es importante estar vinculado y generar una red de contactos que permita una buena comunicación con las diversas áreas, para el buen trabajo de todos.

Aprendí muchísimo en poco tiempo y agradezco la posibilidad de continuar capacitándome académicamente, al mismo tiempo que desarrollo mi trabajo profesional. El comercio exterior te permite conocer cómo se manejan en otros países, sus requerimientos y un poco también sobre su cultura.

Por nuestra parte, siempre es un desafío hacer comprender a los proveedores de otros países cómo funciona el comercio exterior argentino y sus constantes cambios.