La alianza entre la World Wrestling Entertainment (WWE) y Netflix promete revolucionar la forma en que los fanáticos disfrutan de la lucha libre.
A partir del próximo 6 de enero, coincidiendo con el Día de Reyes, la plataforma de streaming estrenará su colaboración con la transmisión en vivo de Monday Night RAW desde Los Ángeles. El evento inaugural contará con la participación de superestrellas como John Cena, Roman Reigns, Cody Rhodes, CM Punk, Bianca Belair, Rhea Ripley y Rey Mysterio, entre otros.
El acuerdo entre Netflix y WWE se cerró a principios de 2024 con una duración de 10 años y un valor de 5 mil millones de dólares. Este trato posiciona a Netflix como la casa exclusiva de la lucha libre americana en países clave como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y América Latina.
El contrato incluye la transmisión de eventos semanales como RAW, SmackDown y NXT, además de los grandes espectáculos de pago por evento (PPV) como WrestleMania, Royal Rumble y SummerSlam. También abarcará contenido adicional como documentales, series originales y proyectos bajo demanda, fortaleciendo la relación entre la plataforma y los seguidores de WWE.
En México, la transmisión de Monday Night RAW comenzará el 6 de enero a las 18:00 horas (tiempo del centro de México). Los aficionados podrán disfrutar de este contenido exclusivo en Netflix, junto con otros programas históricos y Premium Live Events (PLEs), que estarán disponibles en el catálogo a partir del 1 de enero de 2025.
Además, Netflix ampliará el alcance de la WWE fuera de Estados Unidos, consolidándose como el punto de referencia para eventos internacionales y especiales de la compañía norteamericana.
El debut de WWE en Netflix se celebrará con una función televisada desde el prestigioso ComplexCon en Las Vegas. Las entradas para el evento estarán disponibles a partir del 22 de noviembre, pero los aficionados ya pueden registrarse para la preventa, que inició el 20 de noviembre a las 12:00 horas (tiempo del centro de México).
La colaboración entre Netflix y WWE no solo busca fortalecer la presencia de la lucha libre en nuevas audiencias, sino también innovar en la manera de consumir este espectáculo deportivo. Los fanáticos podrán acceder a programación histórica, nuevas producciones y eventos en vivo, marcando una nueva era para la WWE en el entretenimiento global.