El América Femenil, considerado uno de los equipos favoritos para llevarse el título del Torneo Apertura 2024, quedó eliminado en las semifinales tras empatar 2-2 en el marcador global frente a Tigres Femenil. Las Amazonas avanzaron a la gran final ante Rayadas gracias a su mejor posición en la tabla general, dejando a las Águilas y a su afición con un amargo sabor de boca.
El equipo dirigido por Ángel Villacampa enfrentó el segundo tiempo con la necesidad de remontar un 2-0 adverso. Aunque las azulcremas dominaron el encuentro, su esfuerzo no fue suficiente para revertir el marcador y conseguir el ansiado boleto a la final.
Uno de los momentos más críticos del encuentro ocurrió al minuto 37, cuando la portera española Sandra Paños cometió un error que permitió el primer gol de Tigres. En una jugada desafortunada, Paños quedó sola en el centro del campo y al intentar despejar el balón, este rebotó en la jugadora sudafricana Thembi Kgatlana. La delantera de Tigres aprovechó el rebote para avanzar sin oposición hacia la portería y marcar el gol que abrió el marcador.
Este fallo se convirtió en el foco de fuertes críticas hacia Paños, quien fue blanco de comentarios discriminatorios y xenofóbicos por parte de algunos aficionados en redes sociales. “Vino como bomba la española y al final se asustó”, “Pinche española, vete del país” y “Lárgate a tu país, no te queremos en México” fueron algunos de los mensajes que inundaron las plataformas digitales tras la eliminación del equipo.
Sandra Paños llegó al América Femenil como un fichaje estrella, proveniente del FC Barcelona, donde jugó durante nueve temporadas y se consagró como una de las mejores porteras del mundo. En su paso por el club catalán, ganó tres Champions League, cuatro ligas y seis Copas de la Reina, un palmarés que generó grandes expectativas en su llegada a México. Sin embargo, este error en un partido clave opacó su desempeño a lo largo del torneo y desató una ola de comentarios negativos hacia su desempeño.
A pesar de la eliminación, el América Femenil mostró un juego sólido en la temporada, destacando en la fase regular y demostrando ser un equipo competitivo bajo la dirección de Villacampa. Sin embargo, este trago amargo deja reflexiones no solo en lo deportivo, sino también en la responsabilidad de la afición al emitir críticas.