Fernando Valenzuela, considerado el mejor beisbolista mexicano de todos los tiempos, es conocido no solo por su impresionante carrera en las Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles, sino también por sus inusuales conexiones con el fútbol mexicano.
Aunque nunca fue un fan declarado de algún equipo de la Liga MX, el “Toro de Etchohuaquila” tuvo un vínculo especial con las Chivas de Guadalajara que ha perdurado a lo largo del tiempo.
En alguna ocasión, Valenzuela fue fotografiado vistiendo la icónica camiseta del Rebaño Sagrado, lo que generó revuelo entre los aficionados al fútbol. En esta célebre imagen, el legendario lanzador aparece dominando un balón, luciendo una camiseta que decía “Soy Chiva y qué”. Esta instantánea se volvió viral, sorprendiendo a muchos al ver al emblemático beisbolista representando a un club de fútbol mexicano, a pesar de que nunca se declaró un seguidor del mismo.
La relación entre Valenzuela y el equipo de Guadalajara ha sido reconocida de manera formal por la propia Liga MX, que ha denominado al “Toro” como “chivahermano”. Esta designación refleja el aprecio que se le tiene a la figura de Valenzuela en el contexto deportivo mexicano, aunque él mismo no se identificara públicamente como seguidor del Rebaño Sagrado.
La interacción entre Valenzuela y las Chivas no se limita a su imagen con la camiseta del equipo. Uno de los momentos destacados de esta conexión fue cuando Javier “Chicharito” Hernández, una de las figuras más icónicas de las Chivas, posó con una camiseta de los Dodgers que llevaba el dorsal 34 de Valenzuela. Este evento, que tuvo lugar en 2021 cuando Chicharito jugaba para el Galaxy de Los Ángeles, sirvió para fortalecer el lazo entre el béisbol y el fútbol en México. La camiseta de Valenzuela fue retirada por los Dodgers en agosto de 2023, marcando un homenaje a su legado y a la importancia que tuvo en la historia del equipo.
Valenzuela no solo dejó una huella en el béisbol mexicano, sino que también ha influido en la cultura deportiva del país en general. Su carisma y éxito en el montículo han resonado más allá de su deporte, convirtiéndolo en un símbolo de orgullo nacional. Aunque su relación con las Chivas pueda parecer inesperada, refleja el respeto y la admiración que se tiene por su figura en todos los ámbitos del deporte mexicano.