El fútbol tamaulipeco ha perdido a uno de sus grandes protagonistas. Paulino Lomas Delgado, arquitecto de profesión y apasionado del deporte, falleció a los 90 años, dejando tras de sí un legado que marcó una época dorada para el balompié en la región.
Lomas Delgado no solo fue un arquitecto talentoso, sino también un visionario del deporte. Durante la década de los 70, decidió apostar por el fútbol al adquirir el Estadio Tamaulipas y convertirse en el presidente del Tampico FC, más tarde conocido como Tampico-Madero.
Su valentía y determinación lo llevaron a enfrentarse a los desafíos de mantener un equipo de primera división, donde las exigencias económicas eran enormes. No obstante, Don Paulino nunca dio un paso atrás y a base de creatividad, inversión y, sobre todo, una gran pasión por el deporte, logró traer glorias y alegrías inolvidables a los aficionados tamaulipecos.
Bajo su liderazgo, el Tampico-Madero vivió momentos memorables. Su capacidad para atraer a jugadores de talla internacional, como el argentino Leopoldo Jacinto Luque, quien se destacó con 10 goles bajo la camiseta del equipo, dejó una huella profunda en la memoria de los seguidores.
Pese a las adversidades y los gastos considerables que implicaba manejar un equipo de primera división, Paulino siempre supo salir adelante, demostrando que el fútbol no solo era un negocio, sino también una forma de vida. “Mi nómina rondaba el millón de pesos mensuales”.
Paulino Lomas Delgado no solo fue un presidente de club; fue un verdadero impulsor del fútbol en Tamaulipas, un hombre que supo combinar la pasión con el ingenio, y que se ha ganado un lugar especial en el panteón de los grandes del fútbol mexicano.
Su injerencia en el estadio
Durante la década de los 60′s, la entonces directiva del cuadro norteño, se planteó la idea de construir un nuevo estadio en la región. Al principio, los directivos de los equipos de Tampico y Ciudad Madero intentaron encontrar terrenos adecuados en el municipio de Tampico para construir el nuevo estadio, con el respaldo de la constructora ARVA, representada por el ingeniero Felipe Arregui Vázquez.
Sin embargo, tras revisar las opciones disponibles, se dieron cuenta de que los terrenos en Tampico no cumplían con los requisitos necesarios. La búsqueda continuó hasta que encontraron un área adecuada en la colonia Unidad Nacional, en Ciudad Madero, que sí reunía las condiciones para la construcción del inmueble.
Fue entonces cuando acudieron al alcalde de Ciudad Madero en ese momento, Jesús González Armendáriz, quien designó al arquitecto Paulino Lomas Delgado, director de Obras Públicas del municipio, para que coordinara con el ingeniero Felipe Arregui, los detalles necesarios para la adquisición de los terrenos.