Manual básico para transformar tu jardín en un refugio para polinizadores

Colores, olores y formas juegan un papel vital en la atracción de polinizadores como abejas, colibríes y murciélagos

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Espacios diseñados para proteger la
Espacios diseñados para proteger la vida silvestre ayudan a preservar especies de plantas y animales esenciales en los ecosistemas naturales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los jardines de polinizadores son espacios diseñados para fomentar la supervivencia de diversas especies de plantas y animales, al proporcionarles un hábitat seguro.

Estos jardines no sólo benefician a los polinizadores como abejas, mariposas y colibríes, sino que también contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas.

Los polinizadores desempeñan un papel crucial en la reproducción de las plantas al transportar polen de una flor a otra, un proceso conocido como polinización. Este intercambio es posible gracias a las recompensas que las flores ofrecen a los polinizadores, como néctar, polen, tejidos florales, aceites, resinas y olores.

Según detalló la Dirección General de Recursos Naturales y Bioseguridad, estas interacciones son esenciales para la supervivencia tanto de las plantas como de los animales que dependen de ellas.

Un festín para los polinizadores

Colibríes, abejas y mariposas, vitales
Colibríes, abejas y mariposas, vitales para la polinización y estabilidad ambiental (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las plantas ofrecen diversos recursos a los polinizadores, cada uno con una función específica. El néctar, por ejemplo, es una fuente rica en carbohidratos que atrae a abejas, mariposas y polillas.

Por su parte, el polen, que es rico en proteínas, es recolectado principalmente por las abejas para alimentar a sus larvas, aunque también es consumido por otros insectos como moscas y mariposas.

Algunas flores, especialmente aquellas polinizadas por escarabajos, proporcionan tejidos florales nutritivos, mientras que otras especies, como las del género Ficus, ofrecen semillas en desarrollo que sirven como alimento larvario para avispas polinizadoras. Además, ciertas plantas tropicales producen aceites que las abejas utilizan tanto como alimento como para impermeabilizar sus nidos.

El olor también juega un papel importante en la atracción de polinizadores. Las abejas macho de la subtribu Euglossinae, por ejemplo, recolectan compuestos volátiles de orquídeas para atraer a las hembras.

Estas abejas, que también se encuentran en México, son un ejemplo de cómo las plantas y los polinizadores han desarrollado relaciones especializadas a lo largo del tiempo.

Sistemas de polinización: generalistas y especialistas

La Dirección General de Recursos Naturales y Bioseguridad explicó que las interacciones entre plantas y polinizadores pueden clasificarse en sistemas generalistas y especialistas. En los sistemas generalistas, las plantas son visitadas por una amplia variedad de polinizadores, y estos, a su vez, pueden interactuar con diferentes especies de plantas. Un ejemplo de este tipo de sistema son las abejas de los géneros Euglossa, Eulaema y Eufriesa, que visitan diversas orquídeas en México.

Por otro lado, los sistemas especialistas se caracterizan por relaciones exclusivas entre una planta y su polinizador, desarrolladas a lo largo de la evolución. Ejemplos de estas interacciones incluyen la relación entre los higos del género Ficus y las avispas de las familias Chalcidoidea y Agaonidae, así como la polinización del género Yucca por hembras de la palomilla de la subfamilia Prodoxinae.

Según la Dirección General de Recursos Naturales y Bioseguridad, la pérdida de polinizadores podría tener consecuencias devastadoras para las plantas que dependen exclusivamente de ellos, lo que subraya la importancia de crear jardines con una amplia variedad de formas y colores para apoyar a las poblaciones silvestres.

Características florales que atraen a los polinizadores

Colores, olores y néctar, aliados
Colores, olores y néctar, aliados de las flores para atraer polinizadores (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cada tipo de polinizador se siente atraído por características específicas de las flores, como colores, olores y formas. Las abejas prefieren flores de colores como amarillo, azul, morado y ultravioleta, con olores frescos y formas tubulares. Los murciélagos, en cambio, se sienten atraídos por flores blancas, grises o verdes con olores almizclados y formas de copa o trompeta.

Los colibríes y otras aves buscan flores rojas, naranjas o moradas, mientras que las mariposas prefieren colores como rojo, amarillo, azul y rosa, con olores ligeros y dulces.

Las polillas, por su parte, eligen flores blancas o rosadas con olores fuertes emitidos por la noche, mientras que las moscas se sienten atraídas por olores pútridos y colores como verde o crema. Finalmente, los escarabajos prefieren flores blancas o verdes pálidas con olores dulces y formas horizontales.

Cómo crear un jardín para polinizadores

La elección de suelos y
La elección de suelos y abonos es crucial para iniciar jardines de polinizadores (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) destacó que los jardines para polinizadores deben incluir plantas nativas de la región, ya que estas están adaptadas a las condiciones locales y requieren menos mantenimiento. Además, las plantas nativas tienen relaciones evolutivas con los polinizadores locales, lo que las hace más efectivas para atraer y sustentar a estas especies.

Para comenzar, es necesario preparar el suelo, que puede ser desde una maceta hasta un jardín grande. Según el tamaño de las partículas, los suelos pueden clasificarse como arenosos, limosos o arcillosos, siendo los limosos los más fértiles y fáciles de cultivar. También se recomienda enriquecer el suelo con abono orgánico, como composta o estiércol.

El agua es otro elemento esencial. Las plantas deben agruparse según sus necesidades de sol y agua, y se pueden utilizar especies de ambientes áridos, como cactus y magueyes, para ahorrar agua. Además, es importante contar con herramientas básicas como palas, tijeras de podar y regaderas para mantener el jardín.

La CONABIO sugirió un proceso en cinco pasos para crear un jardín para polinizadores. Primero, se debe planear el diseño y elaborar un mapa que identifique la distribución de las plantas. Luego, se procede a sembrar las especies seleccionadas y a observar el comportamiento de los polinizadores que visitan el jardín.

La observación es clave para identificar qué especies de plantas son más visitadas y en qué épocas del año. Finalmente, se recomienda registrar a los polinizadores mediante fotografías y compartirlas en plataformas como Naturalista, donde expertos pueden ayudar a identificarlos.