
A más de catorce meses de la desaparición forzada de Lorenza Cano Flores, madre buscadora integrante del colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos, autoridades estatales informaron el hallazgo de restos humanos en el municipio de Villagrán, que podrían corresponder a ella.
La identidad aún no ha sido confirmada, pero se llevan a cabo estudios genéticos para determinar si se trata de la activista, desaparecida el 15 de enero de 2024 tras un ataque armado en su vivienda.
El anuncio fue hecho por el secretario de Gobierno de Guanajuato, Jorge Jiménez Lona, durante su comparecencia ante el Congreso del Estado como parte de la glosa del Primer Informe de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo. En respuesta a preguntas de legisladores, Jiménez Lona detalló que los restos fueron localizados hace aproximadamente un mes y que actualmente se encuentran en análisis forense.
“Es importante la comprobación del material genético. Hasta que no haya una confirmación, sigue la búsqueda al 100 por ciento. Hace un mes aproximadamente en la zona de Villagrán”, afirmó el funcionario.

La Fiscalía General del Estado está a cargo del proceso de identificación, al que calificó como complejo. Según el secretario, la investigación ha recibido atención prioritaria por parte de autoridades locales y ha sido acompañada por instancias internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, que emitió una acción urgente en el caso.
Privación de la libertad y asesinato de su familia
Lorenza Cano fue secuestrada por un grupo armado en su domicilio de la colonia El Cerrito, en el municipio de Salamanca. Durante el ataque, su esposo e hijo fueron asesinados al intentar evitar que se la llevaran.
Según informó en su momento la Fiscalía General del Estado (FGE), los agresores buscaban a una persona que no se encontraba en el lugar, y al no localizarla, ejecutaron a los familiares y privaron de la libertad a Cano Flores.
Lorenza, de 55 años, formaba parte del colectivo Salmantinos Unidos Buscando Desaparecidos, creado tras la desaparición de su hermano, José Francisco Cano Flores, ocurrida el 17 de agosto de 2018. A esta labor se sumó su hijo Miguel, quien también participaba en las búsquedas antes de emigrar a Estados Unidos. Ambos regresaron a México poco antes del ataque.

Tras el crimen, activistas y defensores de derechos humanos exigieron justicia y protección para las familias buscadoras. La dirigente del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Flores, publicó un video en redes sociales pidiendo clemencia a los posibles captores: “Les pedimos piedad, déjenla ir, dejen que siga con sus búsquedas”, declaró entonces.
Detenciones, liberaciones y reaprehensiones
Días después del ataque, a finales de enero de 2024, la Fiscalía de Guanajuato informó sobre la detención de José Adrián “N”, alias “El Adri”, y José Iván “N”, conocido como “El Güero Pericles”, por su presunta participación en los homicidios y en la desaparición de Lorenza Cano.
Sin embargo, ambos quedaron en libertad poco después, luego de que un juez determinó que el Ministerio Público no había presentado pruebas suficientes para vincularlos al crimen.
La decisión fue apelada por la Fiscalía y, a inicios de 2025, se cumplimentaron nuevas órdenes de aprehensión contra ambos individuos. Según confirmó Jiménez Lona, su reaprehensión aportó nueva información que condujo al hallazgo de los restos humanos en Villagrán. Los detenidos permanecen ahora vinculados a proceso bajo la medida cautelar de prisión preventiva.

El comisionado de Atención Integral a Víctimas, Sergio Jaime Rochín del Rincón, informó que la familia de Cano Flores ha recibido acompañamiento jurídico desde el inicio del caso y apoyo económico superior a los 54 mil pesos para los servicios funerarios de su esposo e hijo.
En el marco de la glosa legislativa, Jiménez Lona señaló que en la búsqueda de Lorenza Cano se desplegaron múltiples acciones en coordinación con autoridades municipales, estatales y federales. Se activaron las 46 células municipales de búsqueda y se solicitó la colaboración de las 31 entidades restantes del país para difundir la ficha de búsqueda.
Durante 2024, año en que ocurrió la desaparición de Cano, se registraron 4 mil 428 reportes de personas desaparecidas en Guanajuato. De ese total, 2 mil 474 personas fueron localizadas, lo que representa un 87,9 % encontradas con vida y un 12,1 % sin vida, según cifras presentadas por el propio Jiménez Lona ante el Congreso.
La desaparición de Lorenza Cano se enmarca en una serie de ataques contra personas dedicadas a la localización de desaparecidos en México, particularmente en Guanajuato, donde al menos seis madres buscadoras fueron asesinadas entre 2023 y 2024. Organizaciones civiles han denunciado el riesgo que enfrentan estas mujeres, muchas veces sin protección adecuada por parte del Estado.
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