Cómo hacer bombones antiinflamatorios de chocolate con un camote para cuidar tu microbiota

Descubre una receta innovadora que combina camote asado, cacao y mantequilla de maní para crear bocados saludables que pueden conservarse por meses sin perder su valor nutricional

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Un snack delicioso y saludable
Un snack delicioso y saludable que combina los beneficios del camote con el poder antioxidante del cacao. Perfectos para una dieta antiinflamatoria y para cuidar tu microbiota. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El camote, también conocido como batata o boniato, es una raíz comestible de la planta Ipomoea batatas, perteneciente a la familia de las Convolvulaceae. Además de su sabor dulce y versatilidad en la cocina, es un alimento con múltiples beneficios para la salud.

Según la Fundación UNAM, el camote es un alimento nutritivo y equilibrado, ya que contiene una buena cantidad de carbohidratos complejos, proteínas, lípidos saludables, vitaminas y minerales. Además, destaca por su alto contenido en antioxidantes, los cuales ayudan a combatir el estrés oxidativo, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y contribuir al control de la diabetes.

Pero hay un beneficio menos conocido que hace al camote aún más especial, su capacidad de mejorar la salud intestinal cuando se consume frío. De acuerdo con la nutrióloga Sonia Peverelli, experta en alimentación antiinflamatoria, cuando el camote se refrigera después de cocinarlo, su almidón se transforma en almidón retrógrado. Este tipo de almidón es fermentado por la microbiota intestinal, lo que genera ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como acetato, propionato y butirato. El butirato, en particular, tiene propiedades antiinflamatorias, antitumorales y fortalece el sistema inmunológico.

El camote, un ingrediente clave
El camote, un ingrediente clave en la alimentación antiinflamatoria, se convierte en un delicioso bombón cuando se combina con cacao y mantequilla de maní.

Receta de bombones de camote y cacao

Para aprovechar estos beneficios, una excelente opción es preparar bombones caseros de camote con cacao y mantequilla de maní. Según la receta compartida por Sonia Peverelli (@nutricion.sonia), esta combinación no solo es deliciosa, sino que también aporta saciedad y un menor índice glucémico gracias al almidón resistente y la fibra del camote.

Ingredientes

  • 1 camote mediano asado (horneado o cocido en olla tapada, no hervido).
  • 1 cucharada sopera de mantequilla de maní o aceite de coco.
  • 1 cucharada sopera de cacao amargo o harina de algarroba.

Utensilios

  • Moldes para de silicón

Preparación

  • Asar el camote: lava bien el camote y sécalo con un paño. Colócalo en una bandeja y hornéalo a 180°C por 40-50 minutos o hasta que esté tierno (puedes comprobarlo pinchándolo con un tenedor). También puedes cocinarlo en una olla tapada a fuego bajo sin agregar agua, pero evita hervirlo, ya que esto altera su textura y reduce su concentración de almidón. Una vez cocido, deja que se enfríe ligeramente antes de pelarlo.
  • Preparar el puré de camote: pela el camote ya tibio y colócalo en un recipiente, tritúralo con un tenedor o con un procesador de alimentos hasta obtener un puré suave y sin grumos.
  • Incorporar los ingredientes: añade la cucharada de mantequilla de maní o aceite de coco, que ayudará a dar una textura más cremosa y una dosis extra de grasas saludables. Agrega la cucharada de cacao amargo o harina de algarroba, según tu preferencia y mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea y manejable.
  • Formar los bombones: toma pequeñas porciones de la mezcla y forma bolitas con las manos. Si prefieres una forma más definida, puedes colocar la mezcla en moldes de silicona para bombones o en una bandeja con papel encerado.
  • Refrigeración y almidón resistente: lleva los bombones al refrigerador por al menos 4 horas. Este paso es clave porque el frío transforma parte del almidón en almidón resistente, lo que beneficia la microbiota intestinal y reduce el índice glucémico.
  • Congelación para mayor conservación: luego de refrigerarlos, puedes guardarlos en un recipiente hermético y llevarlos al congelador, donde se conservarán bien hasta tres meses.
Opta por un enfoque nutricional
Opta por un enfoque nutricional que promueva alimentos frescos, ricos en fibra y grasas saludables, como estos bombones de camote y cacao. Un dulce natural para tu bienestar.

¿Qué es la alimentación antiinflamatoria?

La alimentación antiinflamatoria (AI) es un enfoque dietético que busca prevenir y reducir la inflamación en el cuerpo, promoviendo el consumo de alimentos frescos y naturales, y evitando los procesados.

Según el sitio web del Hospital Pediátrico de Filadelfia (CHOP, en inglés), esta dieta se basa en dos patrones tradicionales de alimentación saludable, originarios de las culturas asiática y mediterránea. La combinación de estos dos enfoques es considerada una de las formas más saludables de alimentación.

Optar por una dieta antiinflamatoria es fundamental para prevenir y combatir la inflamación crónica, que con el tiempo puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, como la artritis, el asma, la diabetes, enfermedades cardíacas y el cáncer. Estos trastornos están relacionados con procesos inflamatorios persistentes en el organismo, según el Instituto Europeo de Nutrición y Salud.

De acuerdo con el CHOP, los alimentos antiinflamatorios son los principales aliados para mantener una buena salud. Algunos de los alimentos recomendados incluyen:

  • Alimentos frescos, como frutas y verduras, que son ricos en fibra y nutrientes esenciales.
  • Grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, las aceitunas, los pescados grasos, los frutos secos y las semillas. Estas grasas contribuyen a reducir la inflamación y mejorar la salud cardiovascular.
  • Fuentes variadas de proteínas: algunas ricas en fibra, como los frijoles y otras legumbres; otras con menor contenido de grasa animal, como las carnes blancas; y algunas con grasas saludables, como el pescado graso.
  • Bebidas recomendadas: el agua y el té sin cafeína son las principales opciones hidratantes dentro de la dieta antiinflamatoria.
  • Además, la dieta promueve una manera de comer más lenta y reflexiva, lo que también puede mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.

Una característica clave de esta alimentación es su capacidad para hacer que las personas se sientan saciadas más rápidamente, gracias al alto contenido de fibra de los alimentos que la componen. Al mismo tiempo, los alimentos saludables con mayor contenido en grasa, como los frutos secos, las semillas, el aguacate, los pescados grasos y las mantequillas derivadas de estos son importantes para satisfacer las necesidades energéticas y mejorar la saciedad, especialmente en niños.