El sudor en el cabello, compuesto principalmente de agua y sales, es un proceso natural que ocurre cuando el cuerpo regula su temperatura, sin embargo, puede tener varios efectos en la salud capilar, específicamente residuos que afectan la higiene del cabello y su apariencia cuando se acumula en el cuero cabelludo y, aunque el sudor en sí no tiene un aroma fuerte, las bacterias que se desarrollan ahí en consecuencia de la humedad pueden causar mal olor y favorecer el desarrollo de problemas como la caspa.
De acuerdo con la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica, el sudor es producido por las glándulas sudoríparas, que se encuentran en diversas partes del cuerpo, incluido el cuero cabelludo. La cantidad de sudor que produce una persona depende de diversos factores, entre ellos el sexo, la edad, la genética, la temperatura y la humedad ambiental, según detalló Laboratorios Athos, especializados en la fabricación y comercialización de productos para el cuidado de la belleza y salud. Por ejemplo, los hombres y los jóvenes tienden a sudar más que las mujeres y las personas mayores, además, el porcentaje de grasa corporal también influye, ya que un mayor porcentaje de grasa aumenta la temperatura corporal, lo que a su vez incrementa la sudoración.
Enfocado en la salud capilar, Laboratorios Athos afirmó que la sal y otros minerales presentes en el sudor resecan y debilitan el cabello, aumentando el riesgo de rotura y pérdida de brillo, además, la acumulación de sudor puede generar un cuero cabelludo graso y una mayor acumulación de productos.
¿Sudar afecta el cabello?
De manera más específica, la revista Glamour destacó que el exceso de sudor desencadena diversos problemas en el cabello y el cuero cabelludo, entre ellos, como ya se mencionó, el debilitamiento capilar es uno de los más comunes, pues la acumulación de sudor y sebo altera el equilibrio natural del cuero cabelludo, volviendo el cabello más frágil y propenso a quebrarse.
Por otro lado, la hiperhidrosis, una condición de sudoración excesiva, puede obstruir los folículos capilares y causar inflamación, lo que dificulta el crecimiento del cabello y también aumentar su caída. Según la Secretaría de Salud mexicana, existen dos tipos de hiperhidrosis, la primaria y la secundaria; la primera no tiene una causa aparente y afecta principalmente las manos, pies y axilas; mientras la hiperhidrosis secundaria es consecuencia de algunas afecciones como cardiopatías y se puede presentar en algunas zonas o en todo el cuerpo.
Otro problema frecuente que resalta la publicación de moda es el cabello graso y apelmazado, ya que la combinación de sudor y sebo hace que el cabello se ensucie más rápido, perdiendo su volumen y frescura. Asimismo, la humedad constante en el cuero cabelludo favorece la proliferación de microorganismos, lo que incrementa el riesgo de infecciones y agrava afecciones como la dermatitis seborreica.
Cómo el sudor afecta a los diferentes tipos de cabello
El impacto del sudor en el cabello varía según el tipo, lo que requiere cuidados específicos para minimizar los daños. Al respecto, según Daniele Sigigliano, estilista capilar y director creativo de Blow Dry Bar, afirmó que cada tipo de cabello responde de manera distinta al sudor y necesita estrategias personalizadas para mantenerse saludable, por lo que, a través de la revista Glamour, recomendó las siguientes medidas preventivas:
El cabello lacio tiende a acumular más grasa y sudor, por lo que es recomendable lavarlo diariamente si es necesario; para quienes prefieren evitar lavados frecuentes, un champú seco es la alternativa más eficaz para absorber el exceso de grasa y mantener el cabello con un aspecto fresco.
En cuanto al estilo, peinados sencillos como coletas bajas, moños o trenzas ayudan a reducir el contacto del cabello con el cuello y la frente, disminuyendo la sudoración en estas áreas.
Por su naturaleza más seca, el cabello rizado requiere una hidratación constante para contrarrestar los efectos del sudor, por lo que el uso de cremas para peinar o acondicionadores sin enjuague con ingredientes hidratantes es esencial para mantener la salud de los rizos.
Por otro lado, para controlar el frizz que puede provocar el sudor, el especialista recomienda utilizar geles o mousses ligeros que definan los rizos sin apelmazarlos. Mientras que, para los peinados, es preferible llevar trenzas o los llamados twists (caireles muy apretados), los cuales son ideales para mantener la forma de los rizos y protegerlos del sudor excesivo.
El cabello ondulado puede beneficiarse de un lavado cada tres días, alternando con un acondicionador limpiador que preserve las ondas naturales y evite el encrespamiento. Para complementar estos cuidados, un spray con sal marina puede ser útil para mantener las ondas definidas, incluso en condiciones de alta humedad, detalló Sigigliano. En este caso, los peinados semirrecogidos son una opción práctica para mantener el cabello alejado del rostro mientras se lucen las ondas naturales.
Especialmente vulnerable al sudor, el cabello fino puede volverse más lacio y sin vida cuando se encuentra en contacto constante con él, por ello, para evitar sobrecargarlo, se recomienda aplicarle productos ligeros o limitarse al uso de champú, además, un spray voluminizador aplicado en las raíces antes de secar el cabello puede ayudar a darle cuerpo y evitar que se aplaste debido a la humedad.
En cuanto a los peinados, los mejores serán los aquellos con volumen en la coronilla, como moños despeinados o coletas altas, las cuales son opciones prácticas para reducir el sudor en la raíz.
Finalmente, el cabello grueso puede soportar lavados menos frecuentes, pero requiere un acondicionamiento profundo para mantenerse hidratado y manejable, para ello, el estilista recomienda aplicar un sérum anti-frizz para controlar el encrespamiento causado por el sudor, sin embargo, señala que es fundamental que este producto se utilice después del lavado para sellar la humedad y proteger el cabello. En tanto, peinados como moños altos o trenzas gruesas ayudarán a mantener el cabello ordenado y lejos del rostro y el cuello, reduciendo la sudoración.