La gelatina suele consumirse como postre y es uno de los alimentos más recomendados para quienes tienen problemas en las articulaciones o para todas las personas que buscan mantener una piel saludable.
Aunque aparece en múltiples cenas combinada con sabores de ingredientes diversos, es recomendada por dietistas y nutricionistas debido a que aporta una gran cantidad de colágeno así como un alto nivel de minerales como el fósforo o el selenio.
Junto con los demás ingredientes, también destaca por ayudar a mejorar la digestión, lo que la hace el postre ideal para después de cada comida, aunque siempre se aconseja acudir con un médico para obtener un diagnóstico especializado.
Receta de gelatina de limón con aloe vera y agua de rosas
Además de que es una receta fácil de preparar, destaca por su sabor y por la gran cantidad de propiedades que tiene, por lo que seguramente se convertirá en una de las favoritas en la mesa.
Ingredientes
- Una caja de gelatina con sabor limón de 170 gramos
- ½ taza de aloe vera fresco
- ½ cucharada de agua de rosas
- Dos tazas de agua caliente
- Dos tazas de agua a temperatura ambiente
Instrucciones
- Lo primero que se debe hacer es diluir la gelatina en el agua caliente hasta que se disuelva por completo
- Una vez hecho, se debe cortar la sábila. Es importante tener cuidado en este punto debido a que su consistencia puede hacer que los dedos resbalen y se corte
- Luego, se debe licuar el aloe vera, ya sea en un procesador o en una licuadora
- Posteriormente se cuela el contenido para obtener una mezcla homogénea
- Se añade a la preparación junto con el agua de rosas y el agua restante a temperatura ambiente
- Finalmente, se coloca en un molde y se refrigera durante dos horas aproximadamente o hasta que cuaja
- A disfrutar
Se recomienda que antes de consumirla se consulte a un médico y se pregunte si es viable ingerirla, pues aunque es baja en calorías y tiene propiedades digestivas, en caso de padecer alguna condición médica, este postre podría afectar.
Beneficios de los ingredientes
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, entre los beneficios y propiedades del aloe vera está la capacidad de regenerar el tejido, pues acelera el proceso de cicatrización de una herida. Además señala que sirve como analgésico pues combate “dolores musculares, reumáticos, dentales y migrañas”.
También menciona que contiene una sustancia llamada acíbar y es conocida por tener propiedades laxantes, puntualizando que “tiene que extraerse de los productos cosméticos para quitar los efectos purgantes y tóxicos que no se necesitan”. Además, es anticoagulante, antihistamínico, antiviral y antimicrobiano que combate enfermedades como el pie de atleta y la gastroenteritis.
Por otra parte, el limón es bajo en aporte calórico y de acuerdo con la misma fuente, “se asocia con la prevención de enfermedades respiratorias, escorbuto, anemia, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.”
A la par, se considera que es un fruto muy nutritivo debido a que en 100 gramos de porción comestible están presentes “89.9 g de agua, 0.7 g de proteínas, 0.4 g de lípidos y 9 g de hidratos de carbono”. Además, la misma cantidad aporta 50 g de vitamina C, lo que equivale a la mitad de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina, según el Poder del Consumidor.
En el caso del agua de rosa, National Geographic menciona que ha sido utilizada históricamente para tratar desde problemas de memoria hasta los efectos del envejecimiento pero los expertos aún no han llegado a un consenso sobre su verdadera eficacia.
También señala que aunque existen estudios que sugieren ciertos beneficios como propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, la evidencia científica no es concluyente, lo que lleva a los expertos a recomendar un enfoque prudente al evaluar las afirmaciones sobre sus efectos.
Además enfatiza que no debe considerarse un remedio milagroso, pues se emplea en productos tan variados como postres, tónicos faciales y perfumes debido a su fragancia dulce y sus supuestos beneficios para la salud y la belleza pero sigue sin existir evidencia que respalde estas afirmaciones.