Qué necesitaría Donald Trump para cambiar el nombre al Golfo de México

El presidente electo de Estados Unidos tiene la intención de que este cuerpo de agua se llame Golfo de América

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El Golfo de México es un mar semi cerrado que alberga un gran ecosistema marino Crédito: Google Maps

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo tener la intención de cambiarle el nombre al Golfo de México, su objetivo es que este cuerpo de agua ahora se llame Golfo de América.

Entre la indignación y el apoyo, muchos habitantes del continente se preguntan qué tan posible sería hacer la modificación.

Trump necesitaría —inicialmente— la aprobación de México como nación para realizar el nombramiento del Golfo de México, pero también requeriría de la aprobación de organismos internacionales como el Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos (UNGEGN).

El presidente electo de Estados Unidos hizo estas declaraciones en el marco de una conferencia celebrada la mañana del 7 de enero. Crédito: (X/@disclosetv)

El cambio de nombre de un cuerpo de agua como el Golfo de México, que abarca una superficie de 1,623 millones de kilómetros cuadrados y alberga una amplia variedad de hábitats y ecosistemas marino-costeros también acarrería cambios legales en cartas náuticas.

Según las legislaciones y tratados internacionales, para cambiar el nombre de un golfo o cualquier accidente geográfico marítimo se requeriría seguir un proceso que involucra a varios organismos y la aprobación de los países ribereños:

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Donald Trump quiere cambiarle el nombre al Golfo de México y para lograrlo, tendría que obtener la aprobación de varias organizaciones internacionales| Foto: Jesús Aviles / Infobae México

Organización Hidrográfica Internacional (OHI): Es la autoridad internacional responsable de establecer y mantener los nombres de los accidentes geográficos marítimos. Cualquier propuesta de cambio de nombre debe ser presentada ante la OHI para su evaluación y aprobación.

Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos (UNGEGN): Este organismo de la ONU, a través de sus comités de expertos, también debe revisar y aprobar los cambios de nombres geográficos para garantizar la estandarización internacional. En este caso, Donald Trump necesitaría presentar una propuesta para que el Golfo de México sea “Golfo de América”

Una de las características más
Una de las características más sorprendentes del Golfo de México es su capacidad para influir en los patrones climáticos globales. Crédito: Jovani Pérez|INFOBAE.

Aprobación de los países ribereños: Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), para cambiar el nombre de un golfo u otra área marítima, se requiere el consentimiento de todos los Estados ribereños cuyas costas estén adyacentes a esa área. En el caso del Golfo de México, sería necesaria la aprobación de México, Estados Unidos, Cuba y otros países colindantes.

Legislación nacional de los países involucrados: Cada país ribereño también tendría que modificar su legislación nacional, cartas náuticas, mapas oficiales y documentos legales para reflejar el nuevo nombre aprobado.

Notificación a organismos internacionales: Una vez aprobado el cambio de nombre, debe notificarse formalmente a organismos como la Organización Marítima Internacional (OMI), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y otros relacionados para su implementación en sus sistemas y regulaciones.

México tendría que autorizar el
México tendría que autorizar el cambio de nombre del Golfo de México SMN/Conagua

El Golfo de México (GoM), un mar semi-cerrado ubicado en el Atlántico Norte entre las latitudes tropicales y subtropicales, es uno de los ecosistemas marinos más importantes del mundo, tanto por su biodiversidad como por su relevancia económica.

De acuerdo con el portal de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) el Golfo de México es compartido por México y los Estados Unidos, y se encuentra dentro de las Zonas Económicas Exclusivas de ambos países. Su riqueza natural sostiene más de 300 especies que son fundamentales para las pesquerías locales, incluyendo peces, crustáceos, moluscos y otros invertebrados. La producción anual de estas pesquerías alcanza aproximadamente un millón de toneladas, lo que subraya su importancia para las economías regionales y la seguridad alimentaria.

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