El estampado de flores representa un emblema de la moda y la cultura durante generaciones, evocando la belleza de la naturaleza y la creatividad humana. Estos patrones, presentes en textiles de todo el mundo, trascienden el tiempo y las fronteras, consolidándose como un clásico universal.
De acuerdo con el sitio web de la marca de ropa hecha a mano en España, Quelton, el uso de textiles florales y vestimenta se originó en diversas culturas alrededor del mundo. Desde los intrincados bordados de la dinastía Tang en China y los huipiles de Oaxaca en México, hasta los vibrantes diseños de los tejidos africanos, estas expresiones textiles de la naturaleza representan belleza, vitalidad y una profunda conexión con el entorno.
En la moda contemporánea, el estampado floral se adaptó a tendencias y estilos variados, convirtiéndose en un elemento recurrente tanto en las pasarelas como en la ropa del día a día. Diseñadores de renombre como Dolce & Gabbana y Gucci reinterpretan estos patrones clásicos, incorporándolos en prendas que destacan por su frescura y sofisticación.
¿Cuáles son los efectos de las flores en nuestro estado de ánimo?
En 2005, la profesora universitaria Jeannette Haviland-Jones, del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Rutgers, en Nueva Jersey, llevó a cabo un experimento que involucró a 147 mujeres. A cada una de ellas se le entregó uno de tres tipos de obsequios distintos: una vela, una cesta de frutas o un ramo de flores, supuestamente como un gesto de agradecimiento por haber participado en un estudio psicológico.
Sin embargo, estos obsequios no eran simples regalos, sino variables cuidadosamente diseñadas para el experimento. Además, los hombres encargados de entregarlos no eran mensajeros, sino observadores entrenados para evaluar las expresiones faciales de las destinatarias en el momento de recibirlos.
Los resultados del estudio, titulado “Un enfoque ambiental para las emociones positivas: las flores”, revelaron un hallazgo sorprendente. De manera unánime, las mujeres que recibieron el ramo de flores respondieron con una sonrisa de Duchenne, una expresión facial caracterizada por la contracción simultánea de los músculos cigomáticos mayores y los orbiculares de los ojos, considerada por los psicólogos como el único indicador fiable de una alegría genuina.
Lo más notable fue que esta reacción positiva se mantuvo incluso tres días después, cuando las mujeres que habían recibido flores seguían reportando un estado de ánimo más feliz en comparación con quienes habían recibido la vela o la cesta de frutas.
“Cuando vi que todas las personas que recibieron flores respondieron con la sonrisa de Duchenne, pensé: ‘Esto no puede estar sucediendo’”, recordó Haviland-Jones. “En el laboratorio de emociones, nunca obtienes una respuesta del 100%, salvo que se trate de situaciones extremas, como dejar caer una serpiente sobre alguien, lo cual genera una respuesta de miedo al 100%”. Este experimento destacó el poderoso impacto emocional que tienen las flores, consolidándolas como un elemento capaz de provocar emociones positivas profundas y duraderas.
Las flores pueden calmar la ansiedad
Investigaciones han demostrado que la presencia de flores puede aumentar la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con la felicidad y el bienestar. Además, el contacto con la naturaleza reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que contribuye a un entorno mental más saludable.
Según el artículo “La jardinería favorece la recuperación neuroendocrina y afectiva del estrés”, publicado en 2010 por Journal of Health Psychology, menciona que las personas que participan en actividades de jardinería experimentan una reducción significativa en los síntomas de depresión y ansiedad.
El contacto directo con flores y plantas no solo mejora el estado de ánimo, sino que también fomenta la atención plena, ayudando a las personas a estar más conectadas con su entorno y consigo mismas. Estas actividades actúan como una forma natural de aliviar el estrés y promover un bienestar mental duradero.
Las flores también ofrecen beneficios psicológicos en otros entornos, como el lugar de trabajo. Decorar oficinas y espacios laborales con flores y plantas no solo mejora la estética del ambiente, sino que también tiene un impacto positivo en la productividad. Las personas que trabajan en estos espacios se sienten más relajadas y motivadas, lo que a su vez incrementa su capacidad para resolver problemas y abordar tareas de manera más eficiente.
De acuerdo con un estudio publicado en 2003 por la Sociedad de Floristas Estadounidense (SAF) de la Universidad de Texas A&M respalda estos beneficios al demostrar que las personas que trabajan en espacios con flores y plantas presentan un 15% más de creatividad y habilidades para resolver problemas. Este aumento en el rendimiento puede explicarse por el efecto relajante de las flores, que ayudan a reducir el estrés y fomentan un ambiente más positivo y estimulante.
¿De dónde viene el estampado de flores o “chintz”?
El estampado de flores, conocido por sus vívidos diseños de flores y plantas, comenzó a destacar alrededor del año 1600 cuando pasó de la ropa de cama a las prendas de vestir. Inicialmente asociado con el lujo y el estatus, su popularidad se atribuye en parte a los sirvientes, quienes reutilizaban los sobrantes de textiles de sus señores para confeccionar manteles y ropa.
El término “chintz”, que proviene de la palabra india “chint” y significa “tela estampada”, se utilizaba originalmente para describir tejidos de algodón o calicó con un acabado brillante, a menudo almidonado, que garantizaba su autenticidad. Estos textiles, mayoritariamente importados de la India, llegaron a ser tan codiciados en Europa que, durante los siglos XVII y XVIII, se prohibió su uso en Inglaterra para proteger a los productores locales de lino, lana y seda, quienes no podían competir con su calidad.
Según Vogue España, los motivos florales brillan con mayor protagonismo durante la primavera y el verano, convirtiéndose en elementos imprescindibles en estilismos para bodas, eventos sociales como el Royal Ascot británico y espectáculos emblemáticos como el Chelsea Flower Show, reafirmándose así como un clásico atemporal.
“El estampado floral siempre es muy femenino y aporta frescura y actitud a la silueta”, comenta Alessandro Dell’Acqua, destacado diseñador de moda italiano, en una entrevista para Vogue España. Este tipo de print no solo resalta el estilo personal, sino que también transmite un mensaje de vitalidad y optimismo, atributos que lo convierten en un favorito entre mujeres que buscan un equilibrio entre sofisticación y naturalidad. Además, su versatilidad permite adaptarlo a diversos contextos, desde looks casuales hasta atuendos formales.