Desgasificación en el Volcán de Colima: monitoreo constante este 8 de enero

El semáforo de amenaza volcánica señala que el Volcán de Colima está en alerta por desgasificación pasiva. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) continuará con la observación constante del volcán, con el fin de reportar a tiempo cualquier alteración en su actividad que requiera atención inmediata.

Cielo mayormente nublado, con visibilidad reducida hacia la zona del volcán, por lo que se dificultaría el observar en caso de evento de exhalación de vapor de agua, gas y/o ceniza, (Imagen 1). El volcán se encuentra en etapa de desgasificación pasiva. Mayor información en Boletín técnico semanal del volcán de Colima, del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos de la Universidad de Colima (UCOL-CUEV). Radiosondeo Atmosférico de Manzanillo Colima, 06:00 am hora local, del 8 de enero del 2025: En 5000 m: Viento del oeste-suroeste de 65 km/h. Entre 5000 y 7000 m: Viento del oeste-suroeste 80 km/h. Por arriba de 7000 m: Viento del suroeste de 96 km/h.

Hay presencia de nubosidad, sobre la zona del volcán, por lo que, se obstaculizaría la detección de actividad volcánica mediante observación satelital, (Imagen 2). La estimación satelital de lluvia presenta precipitación acumulada menores de 5 mm en la zona aledaña del volcán en las últimas tres horas, esto con corte a las 12:00 h de hoy, hora local (Imagen 3).

En caso de alguna exhalación de ceniza volcánica, gas y/o vapor de agua, el pronóstico de trayectoria del modelo Hysplit (Hybrid Single-Particle Lagrangian Integrated Trajectory), ejecutado en la CONAGUA-CGSMN con una altura de posible emisión a 500 metros sobre el cono volcánico que está a 3,839 metros AMSL “sobre el nivel medio del mar” (2,745 metros AGL “sobre el nivel del suelo”), indica trayectorias hacia el noreste (simulando exhalación cada siguiente hora, 6), a su paso por la zona noreste del estado de Colima; zona sur, centro-sureste, este y noreste del estado de Jalisco; zona oeste-noroeste del estado de Michoacán; zona oeste-suroeste, oeste y noroeste del estado de Guanajuato; zona sureste del estado de Zacatecas; zona sur, centro y norte del estado de San Luis Potosí y zona sur y oeste del estado de Tamaulipas, para las primeras 12 horas de pronóstico, (14:00 a las 02:00 hora local del día siguiente). Posteriormente para las últimas 12 horas de pronóstico, (02:00 a las 14:00 hora local del día siguiente), las trayectorias continuarán sobre la zona norte del estado de San Luis Potosí; zona suroeste, oeste, centro-norte, noroeste, norte y noreste del estado de Tamaulipas; zona este del estado de Nuevo León; sobre el Golfo de México y de Texas, EUA. Dichas trayectorias pronostican la dirección principal de emisiones de la pluma de gas, vapor de agua y/o cenizas volcánicas, procedentes del Volcán de Fuego de Colima.

El Parque Nacional Volcán Nevado de Colima, abierto el 5 de septiembre de 1936 por Lázaro Cárdenas, abarca 6,554.75 hectáreas que incluyen el Complejo Volcánico de Colima, constituido por el Volcán de Fuego, uno de los más activos en México y el Nevado de Colima. Su pronunciamiento como Área Natural Protegida federal resalta su riqueza en ecosistemas variados, resultado de su origen volcánico, topografía intrincada, altas elevaciones, aislamiento montañoso y proximidad al Océano Pacífico.

El paisaje se distingue por laderas cubiertas de pinos y encinos, en contraste con zonas semitropicales a menor altitud, fomentando una heterogénea biodiversidad que incluye especies endémicas de flora y fauna. El Volcán de Colima, un estratovolcán compuesto por capas de lava y rocas sedimentarias, con elementos geológicos que datan desde el Jurásico hasta el Cuaternario, proporciona un testimonio de la compleja historia geológica de la región.

Aunque el Volcán de Colima es famoso por su actividad constante, el Popocatépetl es considerado más peligroso debido a las comunidades cercanas. El estatus protegido del Parque Nacional permite a los visitantes disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, acampada y observación del volcán, incentivando la conservación del área.

Esta conservación garantiza el bienestar de su biodiversidad y ofrece a futuras generaciones la posibilidad de valorar y estudiar este ecosistema único, subrayando la relevancia de proteger estos espacios naturales.