Quiénes son Tito Torbellino Jr. y Javier Rosas, los otros cantantes amenazados por Los Matasalas en Sonora

La aparición de una narcomanta firmada por Los Matasalas, grupo armado ligado a Los Chapitos, ha generado alarma en el estado de Sonora. El mensaje, encontrado la madrugada del domingo en una preparatoria al norte de Hermosillo, señala a Natanael Cano, Tito Torbellino Jr. y Javier Rosas, así como a otros grupos musicales locales e influencers, de apoyar económicamente a Los Salazar, un grupo criminal rival.

La manta advierte que, de no cesar este apoyo, los señalados “serán fusilados”. El mensaje, además, aclara que las amenazas no están relacionadas con la composición de narcocorridos, sino con supuestas aportaciones económicas y actos ilegales para favorecer a Los Salazar, enemigos de Los Chapitos.

A lo largo de los últimos años, Tito Torbellino Jr. y Javier Rosas han sido protagonistas de episodios de violencia relacionados con el narcotráfico, tanto por sus canciones como por situaciones de riesgo directo, lo que ha puesto en duda la seguridad de los artistas que representan este género musical.

Jesús Tovar, conocido artísticamente como Tito Torbellino Jr., nació en Phoenix, Arizona, y es hijo del fallecido cantante Tito Torbellino, figura emblemática de los narcocorridos. Su padre fue asesinado el 29 de mayo de 2014 en un ataque armado ocurrido en un restaurante en Ciudad Obregón, Sonora. Este asesinato dejó un profundo impacto en la familia, particularmente en el joven Tito Jr., quien decidió continuar con el legado de su padre adoptando su nombre artístico y estilo musical.

Tito Torbellino Jr. comenzó su carrera en la música regional mexicana como acordeonista y cantante, logrando consolidarse en el género de los narcocorridos. Su popularidad ha crecido, especialmente en México y Estados Unidos, donde se ha presentado en diversos escenarios. A pesar de su éxito musical, su carrera ha estado marcada por episodios de violencia.

El asesinato de su padre sigue rodeado de incertidumbre. Según testigos del ataque, sujetos armados irrumpieron en el restaurante y dispararon en repetidas ocasiones contra el cantante, quien falleció poco después mientras era trasladado al hospital. Aunque el motivo del crimen nunca fue esclarecido oficialmente, en el mundo artístico surgieron múltiples teorías que vinculaban al intérprete con el narcotráfico, reforzadas por fotografías en las que posaba con armas de alto calibre.

El propio Tito Torbellino Jr. ha sido víctima de violencia. El pasado 16 de diciembre de 2024, durante un concierto en Denver, Colorado, un hombre del público burló la seguridad, subió al escenario y lo golpeó en la cara. Este incidente quedó registrado en video y fue ampliamente compartido en redes sociales. Según los asistentes, el ataque generó caos en el lugar, donde algunos espectadores intentaron huir mientras otros intentaban detener al agresor. A pesar del altercado, Tito Torbellino Jr. logró retomar el control del escenario minutos después.

La influencia de Tito Torbellino Jr. en la música regional mexicana ha sido significativa, pero su trayectoria está constantemente bajo la sombra de los peligros asociados a los narcocorridos y las relaciones que este género tiene con el crimen organizado.

Javier Arturo Rosas Almaral, originario de Culiacán, Sinaloa, es un cantante y compositor especializado en géneros como norteño, banda y corridos. Desde joven mostró interés por la música, influenciado por bandas como La Leyenda y Los Traviezos de la Zierra. En 2011, a los 19 años, debutó junto a su agrupación Javier Rosas y su Artillería Pesada con el álbum Abriendo el camino.

El éxito le llegó en 2014 con el tema En la sierra y la ciudad —también conocido como La China—, que se convirtió en un himno del regional mexicano. La canción narra la vida de una mujer inmersa en el narcotráfico, consolidando a Rosas como una figura destacada de los corridos. Su creciente fama lo llevó a recibir el galardón del “Micrófono de Oro” en 2015, otorgado por la Asociación Nacional de Locutores en Estados Unidos.

Sin embargo, el mismo año que marcó el auge de su carrera también trajo uno de los episodios más trágicos de su vida. El 22 de marzo de 2015, mientras viajaba en una camioneta en Culiacán, Rosas fue emboscado por hombres armados que abrieron fuego contra su vehículo. El ataque dejó como saldo dos personas fallecidas, incluyendo a su primo-hermano Iván Amaral, y a Rosas gravemente herido.

Tras el ataque, el cantante fue trasladado a un hospital donde permaneció en estado crítico, pero logró recuperarse después de un largo proceso médico. Este atentado dejó una marca profunda en su vida personal y profesional, inspirándolo a escribir canciones basadas en su experiencia, como el corrido No la vi venir. En entrevistas posteriores, Rosas narró que durante el ataque pidió clemencia a los sicarios, pero estos lo ignoraron y dispararon en su contra. Milagrosamente, logró sobrevivir.

En noviembre de 2024, Javier Rosas volvió a ser blanco de amenazas. Autoridades en Chihuahua encontraron una cartulina verde con un mensaje intimidante dirigido al cantante, acompañada de una bolsa con piel de cerdo. El mensaje lo acusaba de apoyar a presuntos criminales conocidos como “El Pelón” y “El Topo” y advertía que no era bienvenido en la región. Este incidente ocurrió un día antes de su presentación programada en el Palenque de Aquiles Serdán, lo que generó una intensa movilización de las fuerzas de seguridad.

A pesar de los riesgos y las amenazas, Rosas ha continuado su carrera, acumulando millones de oyentes en plataformas digitales como Spotify. Su agrupación, Artillería Pesada, y su estilo único de narrar historias a través de los corridos le han permitido mantener una conexión cercana con su público, tanto en México como en Estados Unidos.