Estos fueron los dos países que “El Mayo” Zambada visitó antes de su detención, según Anabel Hernández

El 25 de julio de 2024, Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa, fue detenido tras más de cinco décadas evadiendo a las autoridades. Reconocido por mantener un perfil discreto y estratégico, Zambada fue entregado a las autoridades estadounidenses gracias a una traición interna, orquestada por Los Chapitos, los hijos de Joaquín Guzmán Loera.

Sin embargo, en los meses previos a su captura, el capo se sentía lo suficientemente seguro para salir del país, realizando viajes internacionales que la periodista Anabel Hernández calificó como “clave” en su más reciente episodio del podcast Narcosistema.

Según la periodista, estos viajes no solo reflejan el estilo de vida que llevaba Zambada García antes de su detención, sino también cómo, con la protección de autoridades cómplices, lograba trasladarse a destinos paradisíacos, muy lejos de la sierra donde muchos creían que permanecía oculto.

En su podcast, la autora de Los señores del narco detalla cómo Zambada, incluso a sus 76 años, seguía siendo el cerebro detrás de una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Según la reconstrucción que logró gracias a fuentes cercanas al capo, El Mayo Zambada realizó al menos dos viajes clave antes de decidir permanecer en territorio mexicano frente al presagio que tenía de que algo grande ocurriría.

El primero de estos viajes fue a Punta Cana, en la República Dominicana, en 2023. Este destino, conocido por sus playas paradisiacas y su exclusividad, habría sido aprovechado por “El Mayo” para disfrutar de un descanso en relativa tranquilidad, lejos del cerco de las autoridades. “Ya me hace falta otro bronceadito”, habría comentado irónicamente a su círculo cercano, según Hernández, refiriéndose a una reunión que tuvo con empresarios y funcionarios meses antes de su caída.

El segundo destino fue Costa Rica, país que el Cártel de Sinaloa ha convertido en un punto estratégico dentro de sus operaciones internacionales. Este viaje tuvo un enfoque más operativo que recreativo, ya que Costa Rica es una ubicación clave para el almacenamiento y transporte de cocaína proveniente de Sudamérica hacia Estados Unidos.

Según lo relatado en el episodio 23 de “Narcosistema”, “El Mayo” Zambada dejó de viajar fuera de México a partir de 2024. Aunque el capo contaba con una extensa red de protección dentro y fuera del país, comenzó a percibir un cambio en el entorno que lo hizo sospechar que algo inusual estaba ocurriendo.

En palabras de Hernández, Zambada había desarrollado un “sexto sentido” a lo largo de sus décadas como líder del narcotráfico, lo que le permitió intuir que se estaba gestando un movimiento que podría ponerlo en peligro. Por esta razón, decidió permanecer en territorio mexicano y reforzar sus redes de informantes dentro de diversas instituciones de seguridad del país, sin embargo, a pesar de su cautela, no logró anticipar la traición que finalmente lo llevó a ser entregado a las autoridades estadounidenses.

La periodista de investigación también reconstruyó en dicho episodio una reunión clave que Ismael Zambada García sostuvo en marzo de 2024, cuatro meses antes de ser capturado. Este encuentro, realizado en las inmediaciones de Culiacán, Sinaloa, reunió a operadores del Cártel de Sinaloa, incluyendo a su hijo Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”, a quien saludó de beso. Según Hernández, la reunión dejó en evidencia las tensiones internas dentro del cártel y sirvió para afianzar alianzas estratégicas en medio de una creciente fragmentación de la organización.

En este encuentro, Mayito Flaco, quien representaba la nueva generación de liderazgo del clan Zambada, llegó al lugar en una camioneta Ford Lobo con apenas tres escoltas. Según un testigo citado por Hernández, el hijo de “El Mayo” aseguró en esa reunión que supuestamente había dejado de producir fentanilo: “Ya no estoy subiendo fentanilo porque no me quiero meter en más broncas. Sí tengo laboratorios de metanfetaminas, sí estoy envenenando a los pinches gringos, pero del fentanilo que a mí no me digan ni madres”, habría dicho durante la conversación.

Durante la reunión, también mencionó su relación con Fausto Isidro Meza Flores, alias “El Chapo Isidro”, a quien calificó como un gran amigo y compadre. Esta relación explica el apoyo que recibe de este narcotraficante en su guerra contra Los Chapitos, según la escritora.

Siguiendo con el relato de la reunión, Hernández García cuenta que los asistentes fueron llevados a un rancho custodiado por al menos 100 sicarios fuertemente armados. El capo, vestido con una camisa tipo polo, jeans y portando una pistola Colt .45 de oro fajada en la cintura, estaba rodeado de personas que, según la descripción, parecían empresarios, aunque algunos también tenían vínculos directos con instituciones de seguridad del gobierno mexicano.

El principal objetivo del encuentro, según Hernández, era sumar nuevos aliados entre funcionarios y operadores clave, tanto del ámbito criminal como de las instituciones mexicanas.

Durante la reunión, El Mayo se mostró tranquilo, de buen humor y confiado en su poder. En un momento, bromeó sobre la calidad de su alimentación debido a su diabetes, mientras bebía un vaso de leche bronca (leche sin pasteurizar). Sin embargo, también tuvo un momento de molestia cuando regañó por radio a un comandante de la Fiscalía General de la República que, según él, no había cumplido adecuadamente con una tarea que le había encomendado.

En la reunión estuvieron presentes personajes clave como Rodolfo Chaidez, exfuncionario de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa y uno de los principales escoltas de El Mayo; José Rosario Heras López, excomandante de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa y también escolta del líder del cártel; un exintegrante de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la extinta PGR, quien pidió clemencia a los Zambada tras haberles robado un cargamento de cocaína y colaborar con el Cártel de los Arellano Félix; y un funcionario del Gobierno Federal, cuya identidad no fue revelada, pero cuya presencia generó incomodidad entre algunos asistentes al encuentro.

Tiempo después, el 25 de julio de 2024, Los Chapitos traicionaron a “El Mayo” al citarlo a una reunión bajo el pretexto de encontrarse con políticos para resolver diferencias. A pesar de las advertencias de su hijo “El Mayito Flaco”, Zambada asistió y fue entregado contra su voluntad a las autoridades estadounidenses como parte de un acuerdo negociado por Joaquín Guzmán López para obtener beneficios legales para él y su hermano Ovidio Guzmán López.

Actualmente, El Mayo Zambada se encuentra bajo proceso en la Corte de Distrito Este de Nueva York. Su próxima audiencia está programada para el 15 de enero de 2025. Se prevé que en esta reunión se resuelva un posible conflicto de interés con su abogado, Frank Pérez, quien previamente representó a su hijo, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, quien podría ser llamado a testificar en su contra.