El líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, criticó la estrategia en materia de Seguridad que inició con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo decidió darle continuidad, que se resume en la frase “abrazos, no balazos”.
“Alito” Moreno compartió una imagen con la cifra de homicidios dolosos registrados durante el gobierno de Morena, que según datos preliminares de las Fiscalías suma 208 mil 870; y en el primer fin de semana del año se registraron 220 asesinatos, problemática que un gobierno debería enfrentar con “valentía”.
“Prometieron abrazos, no balazos, pero entregaron omisión y caos. La estrategia de seguridad fallida ha normalizado la violencia mientras las familias lloran a sus seres queridos y pierden la esperanza en un gobierno incapaz de protegerlos. México merece un gobierno que priorice la vida, que enfrente el problema con valentía y devuelva la paz a nuestras comunidades”, escribió en una publicación de redes sociales.
La estrategia de Seguridad que ha implementado el gobierno federal busca atacar diferentes frentes, principalmente “la atención de las causas”, que a través de apoyos económicos intenta evitar que jóvenes recurran a la delincuencia para generar dinero y apoyar con los pagos con su familia.
Asimismo, tras la llegada al poder de la mandataria federal se registró una mayor presencia y difusión de las acciones realizadas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Secretaría de Defensa, la Secretaría de Marina, la Fiscalía General de la República y la Guardia Nacional para combatir a los grupos delictivos.
Pese a los resultados y el intento por desarticular a las bandas, los homicidios dolosos mantienen su constante. En los primeros meses de gobierno de Sheinbaum Pardo suman 5 mil 510 homicidios dolosos, siendo Guanajuato la entidad que encabeza los hechos violentos (863), seguido por Sinaloa (543) y el Estado de México (530).
Aunque, la presidenta Sheinbaum Pardo se ha mantenido firme y niega que vaya a cambiar la estrategia de seguridad, como podría ser declarar la guerra al narcotráfico o el uso de fuerza para combatir a la delincuencia. Desde el arranque de su gobierno dijo que combinará la investigación y la coordinación entre el gabinete de Seguridad para lograr la detención de crimianles.