El municipio de Guadalupe y Calvo, ubicado al sur de Chihuahua, continúa bajo tensión. Y es que en los últimos días no sólo los pobladores han sido testigos del aumento de la violencia en la zona a causa de una disputa entre grupos criminales, sino también agente de seguridad, quienes han sido víctimas de ataques con drones y explosivos.
Los reportes refieren que el pasado 24, 27 y 31 de diciembre de 2024, integrantes de una Base de Operaciones Interinstitucional (BOI) fueron objeto de múltiples agresiones mientras realizaban acciones de seguridad en la localidad ya citada.
La última de ellas se registró la mañana del 31 de diciembre. Mientras millones de mexicanos se preparaban para recibir al 2025, agentes de la célula BOI acudieron a Guadalupe y Calvo para rescatar a tres familias que, dadas las condiciones de inseguridad, pidieron ayuda para salir de la comunidad.
Durante el traslado de las y los afectados, los integrantes de la célula fueron atacados con artefactos explosivos presuntamente arrojados desde drones.
Aunque las autoridades no han brindado detalles sobre ninguno de los tres hechos, trascendió que ningún agente ni civil resultó herido. Datos del periódico El Debate refieren que fueron al menos ocho detonaciones a las que tuvieron que hacer frente el pasado martes.
¿Qué es una célula BOI?
Una Base de Operaciones Interinstitucional (BOI), mejor conocida como Célula BOI, es un espacio en el que diversas instituciones gubernamentales, fuerzas de seguridad y organismos especializados trabajan de manera conjunta y coordinada. Su objetivo principal es mejorar la eficiencia en la toma de decisiones y la ejecución de operaciones en asuntos estratégicos, como seguridad, lucha contra el crimen organizado, manejo de crisis o emergencias.
Estas bases operan integrando recursos humanos, logísticos y tecnológicos de las instituciones participantes. Generalmente, se estructuran en función de prioridades específicas y permiten un intercambio de información más ágil, así como la planeación y supervisión de operaciones conjuntas.
Las células BOI son establecidas temporal o permanentemente en áreas estratégicas que demandan una respuesta coordinada. En ellas suelen participar fuerzas armadas, policías locales, estatales y federales, así como representantes de fiscalías, autoridades de migración, inteligencia y, en ocasiones, organismos civiles.
Un componente crucial de las BOI es el monitoreo constante a través de tecnología avanzada, como sistemas de videovigilancia, drones o centros de mando. También se prioriza el análisis de información compartida para la localización de objetivos específicos, la desarticulación de redes delictivas o la restauración de la seguridad en zonas de conflicto.
De manera frecuente, suelen estar integradas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Secretaría de Defensa Nacional (DEFENSA), la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía Estatal y corporaciones de seguridad locales.