Quince días después del secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada García, Sinaloa se convirtió en una zona de guerra. Primero fueron los enfrentamientos armados entre las dos principales facciones del Cártel de Sinaloa, Los Chapitos y La Mayiza, los levantones de presuntos miembros de uno y otro grupo delictivo y los secuestros express. En esos primeros días fue visible la movilización de convoyes de camionetas con sicarios.
La segunda fase del conflicto fue igual de certera, cada grupo armado comenzó a atacar los establecimientos, los hoteles y los casinos (o centros de maquinitas tragamonedas), restaurantes fachada que permiten a ambas facciones lavar el dinero de las ganancias que obtienen de sus actividades ilícitas, principalmente la venta de fentanilo, con el único objetivo de debilitar una de las tantas fuentes de ingresos que tienen sus adversarios y saber quién sobrevive.
José Luis Montenegro, especialista en temas de narcotráfico, recordó estas primeras etapas de la escalada en la disputa, sin embargo, en una análisis sobre la situación actual y venidera para Sinaloa, comentó que lo que está por verse en el estado del noreste de México, es el asesinato de políticos y empresarios ligados con alguna de las facciones.
“Ahora vamos a ver no solo la disputa por la traición, además los ataque a estos establecimientos comerciales para de alguna manera debilitar el brazo o la vena financiera de los cárteles, sino que ahora también vamos a ver cómo van a ir cayendo y esto es muy importante en el panorama actual de esta violencia sin precedentes, vamos a ir viendo cómo se van a ir, eliminando también algunos objetivos políticos (...) que permiten que el andamiaje, tanto económico como social, permee en Sinaloa.
Un daño colateral de esta violencia, va haber asesinatos de políticos, va haber asesinatos de piezas claves de empresarios que están vinculados a la célula de los chapitos o a la célula de La Mayiza”, reflexionó José Luis Montenegro sobre lo que podría pasar como parte de la escalada.
Hasta el momento, han resonado dos hechos similares a como los describe el especialista, hechos que no pueden ser aclarados por las autoridades locales ni federales pese a las líneas de investigación. No por mencionarlos se les vincula con alguna de las facciones.
El primero ocurrió a finales de julio de este año, el mismo día en que “El Mayo” Zambada fue secuestrado por Joaquín Guzmán López -o capturado por autoridades estadounidenses-, se trata del homicidio de Héctor Melesio Cuén, diputado federal electo bajo la bandera de PRI y PAN.
Este asesinato reveló la relación entre figuras políticas con grupos delictivos en Sinaloa, la rencillas entre Melesio Cuén y Rubén Rocha Moya, actual gobernador del estado, la complicidad de las autoridades estatales, principalmente de la Fiscalía y el papel que jugaba Zambada García, el más longevo de los líder criminales en ser detenido, al ser un mediador para solucionar conflictos políticos en su entidad.
Después del inicio de la disputa entre las facciones, pasaron dos meses hasta que se registró el primer asesinato de un restaurantero, que hasta el momento se desconoce el móvil del ataque, pero civiles armados habrían prendido primero su restaurante antes de arrebatarle la vida.
Se trataba del dueño del restaurante de comida regional La Chuparrosa Enamorada, su negocio fue incendiado el 29 de octubre, que el 4 de noviembre se informó sobre su asesinato en la sindicatura de Culiacancito.
El responsable del homicidio fue un hombre que conducía un vehículo color verde, que logró huir y pese al operativo de las autoridades no se logró dar con el autor material de este hecho.
De acuerdo con José Luis Montenegro la violencia contra figuras políticas y empresariales podría acrecentarse. Sin embargo, el problema actualmente, desde el análisis que ofrece el especialista, es el gobernador Rubén Rocha Moya: “un gobernador omiso, un gobernador cómplice, un gobernador, que no ha permitido que llegue la paz social porque ha estado en contubernio con muchos de estos capos, muchas de estas organizaciones criminales” y quien podrá provocar una crisis al interior de Morena actual partido en el poder.