Eduardo Acosta, amigo de Romina Mircoli, hija de Dulce, concedió una entrevista con Ana María Alvarado donde habló de todo lo que ha sucedido a raíz de la muerte de la intérprete de Tu Muñeca.
Y es que desde que murió la estrella, mucho se ha hablado de su única hija. Algunos amigos de Dulce, como Jorge Flores, han concedido entrevistas donde aseguran que había una pésima relación entre madre e hija.
Según varios cercanos a la cantante, Romina supuestamente tuvo pésimas actitudes con su madre, desde supuestamente no dejarle ver a su nieto, estar más preocupada por el testamento que por la salud de su madre e incluso incumplir la última voluntad de la intérprete.
Amigo de Romina Mircoli desmiente todo
En entrevista con Ana María Alvarado, Eduardo acosta aclaró que, si los críticos de Romina realmente la conocieran y hubieran visto lo que vivió ante el fallecimiento de Dulce, sus opiniones sobre ella cambiarían:
“No son conocedores de la situación, yo que estuve con ella las última semanas... ver a mi amiga en el estado en el que estaba, si fueran testigos de cómo ella lo vivió, el dolor que le causó, verla llorar donde llegaban los momentos en los que se frustraba, de verdad toda la gente cambiaría su opinión respecto a ella”.
Del mismo modo, fue tajante cuando se le preguntó sobre la relación que llevaban madre e hija, tema muy sonado desde el fallecimiento:
“Yo desde siempre las vi muy bien, cuando estábamos en la universidad, un par de ocasiones me tocó compartir con Dulce, nos sentábamos a ver películas juntos (...) Cuando estaba la señora mejor de salud, llegamos a convivir, estuve en su casa, preparé de comer, había estos momentos donde compartir espacios con Dulce y eran muy gratos”.
También, se dijo que Dulce adoraba a su nieto, hijo de Romina, y que una de las cosas que más le dolían a la cantante era no poder verlo. Ana María Alvarado preguntó al joven, con quien Romina estudió Gastronomía, qué pensaba sobre la relación entre Dulce y el pequeño. El joven explicó:
“En ocasiones en el hospital ella lo señalaba, su deseo era salir bien para seguir compartiendo con él. Un día llegó a mencionar que esperaba que Dios le diera más años de vida, 15 o 10 años, para verlo entrar a la universidad o a la prepa y esas experiencias que como abuela las deseaba”.