Cuáles son los inventos que le quitaron la vida a sus creadores

Detrás de muchas de las innovaciones que se disfrutan en la actualidad hubo diferentes problemas y accidentes en los que incluso sus inventores perdieron la vida

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Actualmente es posible volar de
Actualmente es posible volar de diferentes maneras y para que esto sucediera, múltiples experimentos terminaron en desastre. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El mundo de la ciencia es tan amplio que al día de hoy se continúan haciendo descubrimientos aún cuando los científicos estarían -incluso sin saberlo– poniendo en riesgo su vida con el único fin de traer consigo un avance a la humanidad.

Es así que alrededor del globo terráqueo diferentes personalidades han tenido diversos sueños como volar, conocer las profundidades del océano e imprimir a gran velocidad pero no consideraron la posibilidad de que trajera consigo problemas graves.

La insaciable búsqueda de progreso en la humanidad ha llevado a algunos de los más reconocidos personajes a su muerte como fue el caso de Thomas Andrews, el ingeniero naval responsable del Titanic o Marie Curie, quien descubrió el polonio y el radio.

Aquí una lista de inventos que cobraron la vida de sus creadores de acuerdo con la revista Muy Interesante.

Inventos que cobraron la vida de sus creadores

Al fusionar hidrógeno con aire
Al fusionar hidrógeno con aire caliente, conoció un destino fatídico intentando crear una forma de volar. (Wikipedia/Dominio Público)

Uno de los inventores que falleció con su creación fue Jean-François Pilâtre de Rozier, un francés que era profesor de física y química, además de ser uno de los pioneros de la aviación. Su papel fue importante pues jugó un papel crucial en los primeros días del vuelo en globo.

Con la idea firme de desarrollar una forma de volar, creó un globo híbrido, es decir que combinaba aire caliente con hidrógeno e intentó cruzar el Canal de la Mancha que separa el noroeste de Francia de la isla de Gran Bretaña, mismo que tiene una anchura máxima de aproximadamente 250 kilómetros.

El 15 de junio de 1785, el francés inició su aventura pero el hidrógeno del globo se incendió, lo que provocó que se estrellara y falleciera. Con este acontecimiento se convirtió en la primera víctima mortal registrada en la historia de la aviación, motivo por el cual se enfatizó en los peligros que podían sufrir los primeros experimentos o proyectos de vuelo. Murió a los 31 años de edad.

Un sastre probó su traje-paracaídas
Un sastre probó su traje-paracaídas saltando desde la Torre Eiffel en 1912. El resultado no fue el esperado. (Wikipedia/Dominio Público)

Otro caso fatal sucedió con Franz Reichelt, un sastre originario de Austria que vivía en Francia y quien tenía la intención de fabricar un traje que permitiera a los pilotos aviadores caer seguros a la Tierra en caso de verse obligados a abandonar su avión en el aire. Cautivado por el sueño de volar, a principios del siglo XX inventó el traje-paracaídas.

Con la finalidad de demostrar la viabilidad de su invento, fabricó un traje portátil hecho de tela y materiales rígidos desplegables en el aire, mismo que decidió probar personalmente.

El 4 de febrero de 1912, Reichelt llevó a cabo la prueba de su experimento, se subió al primer piso de la Torre Eiffel, es decir que se encontraba a una altura aproximadamente 57 metros y “decidido a probar de primera mano su traje-paracaídas, se lanzó al vacío. Desafortunadamente no se abrió correctamente y murió por el impacto cuando tenía tan sólo 33 años”, señala la revista Muy Interesante.

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a invención permitió acelerar la imprenta pero al no existir medidas de seguridad, William Bullock sufrió un accidente que lo llevó a la muerte. (Wikipedia/Dominio Público)

Entre los inventores también destacaba William Bullock, un estadounidense pionero de la imprenta debido a que contribuyó a la industria en el siglo XIX con la imprenta rotativa.

Esta invención fascinó a las personas por su ingeniería además de que el dispositivo tenía la capacidad de imprimir miles de páginas por hora debido a que incorporaba rollos continuos de papel. La velocidad de impresión no tenía precedentes y durante una jornada, Bullock intentaba ajustar la imprenta pero desafortunadamente su pierna quedó atrapada en la maquinaria.

Luego de que apareciera gangrena en esta parte de su cuerpo, los médicos decidieron amputarle la pierna pero el inventor falleció en el intento. Con esto también destacaron los peligros potenciales de la maquinaria industrial y la necesidad de tomar precauciones de seguridad a la hora de manipularla. Se sabe que murió cuando tenía entre 53 y 54 años de edad.

Nuevas creaciones con resultados fallidos

La idea de recorrer las
La idea de recorrer las catarátas del Niágara en un barril llevó a un canadiense a realizar este experimento con éxito una vez, la segunda, tuvo un final inesperado. (REUTERS/Regis Duvignau)

La idea de recorrer las cataratas del Niágara dentro de un barril llevó a Karel Soucek, un especialista canadiense de cine a inventar diferentes objetos con la finalidad de conquistar maravillas naturales de la forma más ingeniosa posible, razón por la que se hizo popular en todo el mundo.

Una de sus creaciones más extravagantes fue un barril diseñado especialmente para soportar la fuerza de las aguas de las cataratas del Niágara y en 1984 salió sangrando pero vivo, así que feliz con el resultado, decidió instalar una recreación de las cataratas del Niágara dentro del Astrodome de Houston para repetir su hazaña.

Por desgracia, el barril golpeó el borde del tanque de agua que se encontraba debajo y murió por las heridas sufridas a los 38 años.

Otro inventor que pereció con uno de sus inventos fue Henry Smolinski, un ingeniero estadounidense que buscaba revolucionar el transporte personal haciendo que un coche pudiera volar. Con este proyecto pretendía combinar la comodidad del auto con el vuelo en la década de 1970.

Sin embargo, el llamado AVE Mizar, que era un Ford Pinto con la parte trasera de un avión Cessna, se quedó en el vuelo de prueba, en el que “Smolinski, que pilotaba-conducía el dispositivo, sufrió un catastrófico fallo estructural, que provocó un accidente en el que murieron tanto él como su copiloto”, afirma Muy Interesante.

Otro invento con un final catastrófico sucedió cuando el empresario estadounidense fundador y director de OceanGate, creador del sumergible Titán que se dedicaba a realizar una visita a los restos del Titanic en el Atlántico, murió junto a otras cuatro personas a causa de una implosión.

Rush diseñó y pilotó este sumergible que tenía como objetivo abrir nuevas fronteras en la exploración submarina a los 61 años de edad.

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