Cuatro cuerpos fueron hallados este domingo 29 de diciembre en las inmediaciones de un sifón cercano al Canal 4, en el municipio de San Ignacio Río Muerto, Sonora.
Según informó la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) en un comunicado, las víctimas habrían sido asesinadas como represalia tras intentar cambiar de lealtades entre grupos delictivos, aunque no se precisaron los nombres de las agrupaciones que estarían involucradas.
El hallazgo se reportó alrededor de las 8:00 horas, aproximadamente a dos kilómetros al sur de la Calle 600 y cerca del Panteón Municipal San Antonio. Elementos de la Policía Municipal resguardaron la zona, mientras peritos y agentes ministeriales realizaron las primeras diligencias en el lugar, recogiendo evidencia crucial para el esclarecimiento del caso.
Según los reportes de fuentes locales, los cuerpos de las víctimas, que serían dos menores de edad, una mujer y un hombre adulto, habían sido decapitados, mutilados, además de presentar otras huellas de tortura. Tres de los cadáveres estaban apilados, mientras que el cuarto se encontraba semidesnudo a unos metros del grupo.
Las autoridades indicaron que los cuerpos fueron trasladados al anfiteatro local para la realización de las autopsias y su posterior identificación oficial.
Hasta el momento, los nombres y edades de las víctimas no han sido confirmados públicamente, aunque en redes sociales y medios locales trascendió que entre ellas podría estar un adolescente de 16 años identificado como Jesús René, reportado como desaparecido la noche del viernes 27 de diciembre.
Pugna entre bandas criminales
La FGJES señaló que ya cuentan con una teoría del caso firme, respaldada por pruebas sólidas, que apunta a un posible ajuste de cuentas entre organizaciones delictivas. “La investigación arroja que las víctimas estaban vinculadas a una agrupación delincuencial de la región y que, al intentar desligarse de este grupo para unirse a otro, fueron atacadas de manera violenta por sus antiguos aliados”, explicó la dependencia.
La Fiscalía también informó que ya se identificaron a personas de interés como probables responsables del crimen, y se están llevando a cabo acciones para su captura y eventual procesamiento judicial.
El comunicado de la FGES también destacó su compromiso con garantizar el acceso a la información de la ciudadanía, al mismo tiempo que respeta el debido proceso y la integridad de las investigaciones en curso.
San Ignacio Río Muerto, un municipio de poco más de 14 mil habitantes, ha enfrentado un incremento significativo en los niveles de violencia en los últimos meses. Desde octubre de 2024, se han registrado al menos cuatro enfrentamientos armados entre grupos criminales, así como agresiones directas, ataques a inmuebles y ejecuciones.
La situación ha generado un ambiente de tensión e inseguridad en la comunidad. En uno de los incidentes recientes, un agente de la Policía Municipal resultó herido tras un ataque directo, lo que incrementó la preocupación entre los habitantes. Este contexto de violencia culminó con el hallazgo de los cuatro cuerpos este domingo, un hecho que, según medios locales, ha “convulsionado” a la población por la brutalidad con la que se ejecutó el crimen.