De “El Chapo” Guzmán a “El Ceviche”: Estas han sido las fugas más polémicas del penal de Puente Grande

En carritos de lavandería o por documentos falsos, estas han sido las formas que los criminales han logrado burlar a las autoridades penitenciarias

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Han sido varios los criminales
Han sido varios los criminales que han logrado escapar de Puente Grande. (Infobae/ Jovani Pérez)

El penal de Puente Grande, en Jalisco, se ha convertido en escenario de fugas protagonizadas por figuras clave del crimen organizado. De la audaz evasión de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en 2001 hasta la reciente huida de César Fabián de Anda Navarro, alias “El Ceviche”, este complejo penitenciario ha evidenciado fallas graves en los sistemas de seguridad y complicidades internas que permitieron la fuga de líderes y operadores del narcotráfico.

El caso más reciente ocurrió el pasado 25 de diciembre, cuando “El Ceviche”, también conocido como “El Chore”, logró evadir la seguridad del Reclusorio Metropolitano de Puente Grande. Este hombre, de 46 años, cumplía una condena por delincuencia organizada y secuestro agravado, y se le vincula con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Según la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (DGPRIS), su ausencia fue detectada durante el pase de lista realizado al finalizar el horario de visitas.

César Fabián de Anda Navarro,
César Fabián de Anda Navarro, El Chore o El Ceviche. (SSPC Jalisco)

Esta es la segunda vez que De Anda Navarro se fuga de este complejo penitenciario. En 2001, también logró escapar, aunque fue recapturado en 2003 tras disparar un arma de fuego mientras estaba en estado de ebriedad.

En sus operaciones delictivas, “El Ceviche” solía utilizar múltiples alias, incluyendo Juan Carlos Espinoza Gutiérrez y Ricardo Reyes Ríos, para dificultar su rastreo. Entre sus crímenes más notorios está el secuestro de seis personas en 2019, por quienes exigió un rescate de 1 millón de pesos.

La reciente fuga ha llevado a la detención de cuatro custodios del penal: David “N”, Luis “N”, José “N” y Melissa “N”. Las autoridades investigan si hubo complicidad interna en el escape, lo que sería un patrón recurrente en la historia de Puente Grande.

El escape de “El Chapo” Guzmán

La fuga de Joaquín 'El
La fuga de Joaquín 'El Chapo' Guzmán de Puente Grande es la más famosa. (Infobae)

Quizás la fuga más famosa del penal ocurrió el 19 de enero de 2001, cuando Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, escapó de la prisión de máxima seguridad tras permanecer recluido allí desde 1995. El capo, quien había sido trasladado desde el penal del Altiplano, logró corromper a custodios y personal del reclusorio.

El narcotraficante evadió seis controles de seguridad al esconderse en un carrito de lavandería. La fuga fue facilitada por Francisco Javier Camberos Rivera, alias “El Chito”, miembro del personal de mantenimiento.

En su huida, Guzmán contó con la colaboración de decenas de empleados del penal, lo que llevó al arraigo de 71 personas, incluyendo al entonces director del penal, Leonardo Beltrán Santana.

Este evento marcó un antes y un después en la historia del sistema penitenciario mexicano, dejando al descubierto una red de corrupción que permitió que uno de los narcotraficantes más peligrosos del país escapara de una prisión de máxima seguridad.

Otras fugas

El penal de Puente Grande
El penal de Puente Grande en Jalisco (Infobae)

En otro incidente registrado en enero de 2008, Manuel Orozco Heredia y Miguel Arellano Valencia escaparon del área de alta peligrosidad tras amagar a custodios con navajas y escalar una barda perimetral. Una versión no confirmada sostiene que ambos se disfrazaron de custodios y portaron armas largas para salir sin ser detectados.

La fuga provocó el despliegue de cientos de policías en municipios aledaños, como Tonalá, Tlaquepaque y Guadalajara; los reos fueron recapturados en operativos posteriores. Este caso puso de manifiesto la falta de controles efectivos incluso en áreas clasificadas como de máxima seguridad.

En diciembre de 2011, tres reos sentenciados por homicidio y secuestro lograron escapar del penal de máxima seguridad de Puente Grande.

Los internos, identificados como Jesús Gerardo Dávila Cevallos, Ricardo Venegas Anaya y Mario Márquez Baz, utilizaron una camioneta que había ingresado al penal con un supuesto cargamento de pintura.

Este caso involucró a ocho custodios, quienes fueron detenidos por su presunta complicidad.

Los fugitivos habían planificado la evasión con documentos falsificados y contaban con apoyo externo, lo que evidenció nuevamente fallas estructurales y corrupción en el sistema penitenciario.

La fuga de José Guadalupe “N”, presunto integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se descubrió en febrero de 2022, aunque ocurrió en diciembre de 2021. Cumplía condena por delitos como secuestro y narcomenudeo en el penal de Puente Grande, Jalisco.

 José Guadalupe Ávila Guevara,
José Guadalupe Ávila Guevara, detenido en enero de 2014, se fugó en 2022.

Su evasión fue posible gracias al uso de documentos judiciales falsificados, con los que obtuvo su libertad de manera ilícita.

Las autoridades penitenciarias no detectaron la irregularidad hasta dos meses después, cuando un tribunal lo citó a una audiencia y se percataron de que ya no estaba recluido en el penal. La fuga desató una investigación interna y una orden de reaprehensión en su contra.

En otro caso, Joel Iván González, un hombre de 44 años que cumplía condena por robo desde 2020, escapó el 16 de enero de 2024 mientras era trasladado al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara para recibir atención médica debido a complicaciones de salud.

Durante su estancia en el hospital, aprovechó la falta de vigilancia para cambiarse a ropa de calle, lo que le permitió burlar la seguridad y huir del recinto. Pese a que las autoridades desplegaron un operativo para localizarlo dentro y fuera del hospital, su paradero sigue siendo desconocido. Según reportes, estaba a un año de poder solicitar un beneficio de libertad anticipada.

La decadencia de Puente Grande

Inaugurado en 1993 como el Centro Federal de Readaptación Social número 2, Puente Grande fue diseñado para ser uno de los penales más seguros del país, siguiendo el modelo del Altiplano, en el Estado de México. Sin embargo, su historia se ha visto manchada por corrupción, motines y fugas, lo que llevó a su cierre definitivo en 2020.

Puente Grande Jalisco (Foto: Cuartoscuro)
Puente Grande Jalisco (Foto: Cuartoscuro)

Entre sus escándalos más notorios se encuentra la vida de lujo que disfrutaban ciertos internos. Joaquín “El Chapo” Guzmán, por ejemplo, organizaba fiestas con música en vivo, alcohol y comida de alta calidad. Incluso, contaba con acceso a un teléfono celular que utilizaba para comunicarse con el exterior, violando las reglas del penal.

El periodista Jesús Lemus, quien estuvo recluido en Puente Grande, documentó en su libro “Los Malditos 2″ cómo las autoridades permitían estos privilegios a ciertos internos. Según Lemus, “no había autoridad ni reo que se negara a complacer a Guzmán Loera”.

Aunque el Cefereso Número 2 de Puente Grande cerró en 2020, el complejo penitenciario no dejó de operar por completo. Dentro del complejo existen otras instalaciones independientes, como el Reclusorio Metropolitano, la cárcel preventiva varonil y la cárcel femenil, todas bajo la administración estatal.

Estas prisiones permanecen activas y alojan a personas privadas de su libertad por delitos del fuero común y federal.

El caso de César Fabián de Anda Navarro, alias “El Ceviche”, ocurrió en el Reclusorio Metropolitano, una instalación diferente al Cefereso cerrado. El traslado de reos a otras prisiones tras el cierre del penal federal no fue total, dado que representa un proceso logísticamente complejo. Además, estas instalaciones son clave para atender las necesidades penitenciarias de la región.

Así, aunque el penal federal dejó de operar, los escándalos y fugas en Puente Grande siguen ocurriendo, reflejando los retos que enfrenta México en la administración y seguridad de sus centros de reclusión.

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