La Navidad, generalmente asociada con la alegría, el reencuentro familiar y el espíritu festivo, no siempre es una época de felicidad para todos. De hecho, para muchas personas, esta temporada puede intensificar los sentimientos de soledad, tristeza o ansiedad. La depresión en Navidad y año nuevo es una realidad más común de lo que se piensa y afecta a una gran cantidad de individuos, tanto en momentos de profunda melancolía como en aquellos que simplemente no logran experimentar la misma alegría que los demás parecen estar viviendo.
Causas de la Depresión en Navidad
Varias son las razones por las cuales la Navidad puede desencadenar o agravar la depresión. A continuación, se enumeran algunas de las más comunes:
1. Expectativas sociales y culturales: La presión por cumplir con las expectativas de la Navidad puede generar un fuerte estrés. Las imágenes de familias perfectas, celebraciones grandiosas y personas felices que inundan los medios de comunicación pueden hacer que aquellos que atraviesan dificultades emocionales sientan que no cumplen con los estándares, lo que puede generar un sentimiento de insuficiencia.
2. Soledad: Para muchas personas, la Navidad puede poner de manifiesto la soledad, especialmente si no tienen familiares cercanos o amigos con quienes compartir las festividades. Esto es particularmente prevalente entre personas mayores, quienes pueden sentirse aisladas y desconectadas.
3. Pérdida de un ser querido: Las fechas navideñas suelen ser recordatorios dolorosos para aquellos que han perdido a un ser querido. El vacío dejado por la ausencia de alguien importante puede intensificar el duelo y la tristeza, haciendo que las celebraciones se sientan irreales o vacías.
4. Estrés financiero: La compra de regalos, la organización de cenas o el viaje para reunirse con la familia pueden generar un estrés económico considerable. El temor a no poder cumplir con las expectativas financieras, o el sentimiento de culpabilidad por gastar en exceso, puede convertirse en un factor que contribuye a la depresión.
5. Trastornos afectivos estacionales (TAE): El TAE es un tipo de depresión que suele manifestarse con la llegada del invierno. La falta de luz solar y el cambio de estación pueden alterar los ritmos biológicos del cuerpo, afectando el ánimo y generando síntomas depresivos. Esta condición es más pronunciada en los meses de diciembre, enero y febrero.
Impacto emocional de la Navidad
Para las personas que sufren de depresión, las festividades pueden sentirse como una obligación más que como una oportunidad para celebrar. En lugar de experimentar la alegría típica de la temporada, pueden sentirse atrapadas en sus propios pensamientos negativos. Además, el exceso de actividades sociales y eventos puede resultar abrumador, provocando ansiedad y estrés.
El constante bombardeo de imágenes de felicidad en las redes sociales también puede generar un sentimiento de exclusión. La desconexión entre la realidad interna de una persona y lo que ve a su alrededor puede profundizar su angustia.
¿Cómo afrontar la depresión en Navidad?
1. Aceptar los sentimientos: Reconocer y aceptar que la Navidad no siempre será una época feliz es el primer paso para lidiar con la depresión. Hablar con un amigo cercano, un terapeuta o un miembro de la familia sobre lo que se siente puede ayudar a aliviar la carga emocional.
2. Establecer expectativas realistas: En lugar de intentar cumplir con una imagen idealizada de la Navidad, es importante ser realista con las propias capacidades y deseos. Si no se tiene ganas de celebrar de una manera tradicional, está bien cambiar las costumbres para adaptarlas a lo que realmente se necesita.
3. No aislarse: Aunque la tentación de retirarse del mundo puede ser fuerte, la interacción social, incluso en pequeñas dosis, puede ser útil para combatir la soledad. Esto no significa tener que participar en grandes reuniones; a veces, una conversación tranquila con una persona de confianza es suficiente.
4. Cuidar de la salud física: El ejercicio regular, una dieta balanceada y dormir lo suficiente son fundamentales para el bienestar emocional. La falta de luz solar durante el invierno puede agravarse con la falta de actividad física, por lo que salir al aire libre, aunque sea por poco tiempo, puede ayudar.
5. Buscar ayuda profesional: Si la depresión se intensifica o los síntomas se vuelven abrumadores, es importante buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra puede brindar las herramientas necesarias para abordar la depresión, incluso en tiempos de festividades.
La Navidad puede ser una época llena de emociones contradictorias. Para algunas personas, es un tiempo de alegría y renovación, mientras que para otras es una época difícil de sobrellevar. La depresión en Navidad es una experiencia válida y real, que merece ser tratada con empatía y comprensión. Es importante recordar que no hay un solo modo de celebrar, y que cuidar de la salud mental durante este tiempo es tan esencial como cualquier otra tradición navideña.
*Psic. María Mejía S. Psicologa Clínica y Psicoterapeuta Integrativa Instagram: @psicmaria_mejia