Desde rifles AR-15, hasta fusiles Barret .50 que tienen la capacidad de perforar estructuras blindadas. Durante los últimos años, diversas investigaciones han revelado que los cárteles de drogas adquieren armas de fuego en Estados Unidos y las ingresan ilegalmente a México. Entre los grupos criminales identificados destaca el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuyas operaciones han demostrado que su armamento es uno de los más peligrosos. Pero, a todo esto, ¿cuál es su modus operandi para conseguirlas?
El pasado 8 de octubre, el Distrito Medio de Florida, en Estados Unidos, dio a conocer acusaciones en contra de seis personas que formaban parte de una red de tráfico de armas de fuego ubicada en la ciudad de DeLand. La información revelada confirmó que la organización, liderada por Ángel Velázquez Delgado (34 años de edad), es principalmente señalada de haber conseguido armamento para el cártel de las cuatro letras.
Sin embargo, destaca que no se trata del único grupo. El hecho fue confirmado por el periodista Ángel Hernández (@AngelenHD), quien ofreció detalles extensos sobre el caso a través del diario Milenio.
Acorde con lo revelado por el comunicador, la acusación presentada en Florida reveló que “comandantes” del CJNG contactan a líderes de redes de tráfico en Estados Unidos para obtener distintas armas de su interés.
“A través de mensajes, los comandantes hacen solicitudes específicas, tras lo cual el jefe les explica las ganancias que pueden generar por cada pieza que adquieran (sic)”, detalló Hernández.
Datos del Departamento de Justicia de EEUU refieren que, para comprar cada una de las armas, las redes de tráfico reciben pagos en efectivo, narcóticos, o las ganancias de las ventas ilegales de estupefacientes.
En el caso del grupo encabezado por Velázquez Delgado, se identificó que sus integrantes compraban el equipo en tiendas de Florida y Georgia. Poco después de su adquisición, eran transportadas inmediatamente a México.
Las revelaciones
La información consultada por el periodista ya citado refiere que los jefes de las redes de tráfico cuentan con trabajadores. En el caso de Velázquez Delgado se trataba de Jesús Hernández, Jesús Paulino y Jesús Andrés.
La primer fase de adquisición consistía en que alguno de los integrantes de la red intentaba adquirir el arma de fuego en alguna tienda. En caso de que la compra le fuera negada, otro miembro del mismo grupo lo intentaba, hasta que se hiciera oficial. Una vez que el equipo se encontraba en sus manos, Velázquez se encargaba de su traslado.
“Se descubrió que Velázquez viajaba una y otra vez hacia México y de regreso a Estados Unidos”, destacó Hernández para Milenio.
Acorde con el Departamento de Justicia, el equipo que traficaban los hoy acusados incluían armas de alto calibre, perforantes y antimateriales.
“Aproximadamente 11 de las armas de fuego que traficaba esta organización eran rifles Barrett calibre .50, que pueden expulsar un proyectil muy preciso, pesado y de rápido movimiento que supera todos los chalecos antibalas que se usan individualmente, pueden penetrar e inutilizar vehículos, aeronaves, embarcaciones y también pueden superar algunos tipos de protección que brindan los vehículos blindados”, destacó el país de las barras y estrellas.
Actualmente, Velázquez Delgado es acusado del delito de tráfico de armas de fuego y compra de paja; es decir, compras en las que una persona acepta adquirir un bien o servicio para alguien que a menudo no puede por sí mismo.