Chili’s emitió este jueves 26 de diciembre una disculpa pública luego de que Miguel Ángel Hernández acudiera a uno de sus restaurantes en el municipio de Xalapa, en Veracruz, y le fuera solicitado el retiro de su perro guía de las instalaciones.
Los hechos ocurrieron el pasado 24 de diciembre, cuando Miguel Hernández ingresó al restaurante de alitas en compañía de su perro guía, a quienes minutos más tarde el gerente, identificado como César, les pidió se retiraran porque sus políticas no le permitían el ingreso de “mascotas”.
“Es que no podemos tener ciertas mascotas dentro del establecimiento, me lo dicen mis políticas, eso es simplemente lo que se está comentando”, mencionó el gerente.
Ante estos hechos, Chili’s realizó un comunicado en el que aseguró que cuentan con políticas claras que promueven la inclusión, por lo que lamentaron los hechos ocurridos con Miguel Hernández y ofrecieron una disculpa a sus comensales.
“Contamos con políticas claras que promueven un ambiente inclusivo y accesible, y estamos comprometidos a garantizar que todos nuestros colaboradores comprendan y apliquen estas políticas en su día a día, razón por la cual lamentamos profundamente el accidente ocurrido recientemente (…) queremos expresar nuestras más sinceras disculpas a nuestros comensales“, detalló el restaurante.
Además, el restaurante afirmó que aún tienen trabajo por hacer para fomentar la diversidad e inclusión en sus equipos y “educar a nuestro personal sobre su importancia”.
Finalmente, la franquicia se comprometió a reforzar la capacitación de su personal para que no se repita una situación de discriminación como la que vivió Miguel Hernández.
“En Chili’s nos comprometemos a reforzar la capacitación de nuestro personal para asegurar que no se repita una situación similar y que todos nuestros clientes, independientemente de sus necesidades, se sientan valorados y respetados".
Hombre con discapacidad visual acusa discriminación
Miguel Hernández compartió el momento en el que un gerente de la franquicia, con expresión sonriente, le informa que su perro guía no podía permanecer en el restaurante.
Segundos después de que continúan la conversación, una mujer que comía en el sitio se acercó a la mesa y comentó al gerente que no tenía ningún inconveniente con que el lomito permaneciera en el sitio.
“Joven, nosotros como clientes no tenemos ningún problema (…) Si no es discriminación”, comentó. Sin embargo, el gerente continuó con la solicitud de retirar al perro guía.
Antes de irse, Miguel Hernández brindó su nombre y celular al responsable del sitio para solicitar una disculpa al sufrir discriminación.