La periodista Anabel Hernández, especialista en temas de narcotráfico, reveló que Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses en el 2021 debido a un conflicto con Los Chapitos, los hijos mayores de Guzmán Loera.
En una reciente entrevista con el periodista Javier Ceriani, la autora de “Emma y las otras señoras del narco” habló de las tensiones entre Coronel Aispuro y los también conocidos como “Los Menores”: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, así como Joaquín y Ovidio Guzmán López.
La investigadora señala que antes de ser arrestada en Estados Unidos, la esposa de “El Chapo” tuvo disputas por el control de bienes y propiedades del cártel. Estas diferencias habrían llevado a Coronel a temer por su seguridad y la de sus hijas.
“Ella se entregó porque temía por su vida. Ella tenía una disputa con los hijos de El Chapo Guzmán, Los Chapitos, por propiedades del cártel que ella quería quedarse y al final no se quedó. Lo hace como una especie de vía de salida de ese mundo”, afirmó Hernández.
Un conflicto que se arrastraba desde hace años
La relación de Coronel con Los Chapitos habría sido tensa desde los inicios de su matrimonio con Guzmán Loera, quien la conoció cuando ella tenía 17 años y contrajo matrimonio con ella en 2007. Según ha documentado Hernández en sus libros, Coronel, quien es 30 años menor que Guzmán, nunca fue plenamente aceptada por los hijos mayores del capo, quienes la veían como una figura ajena a la familia.
Incluso Gisselle Guzmán, una de las hijas mayores de Guzmán Loera, llegó a descalificar públicamente a Coronel, refiriéndose a ella como una “concubina”, en un historia subida a su cuenta de Instagram en 2017.
Asimismo, fuentes cercanas al cártel señalaron a la periodista que Los Chapitos no la consideraban como la esposa legítima de su padre, lo que habría complicado aún más la relación.
La situación empeoró después de la captura y extradición de Joaquín Guzmán en 2017. Coronel comenzó a adoptar una actitud pública más exhibicionista, lo que incomodó tanto a Los Chapitos como a Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del cártel. Participaciones públicas, como su aparición en el reality show Cartel Crew, encendieron las alarmas dentro del cártel.
“No se llevaban, pero la respetaban. Sin embargo, cuando salió en el reality show, los muchachos se molestaron”, dijo una fuente citada por el periodista Miguel Ángel Vega en el semanario Ríodoce.
Su entrega
Según Hernández, las tensiones entre Coronel y Los Chapitos alcanzaron su punto máximo tras la sentencia de cadena perpetua de Joaquín Guzmán en 2019. Durante este periodo, Coronel habría intentado apropiarse de ciertos bienes del cártel que Los Chapitos consideraban suyos. Esta disputa, sumada a la creciente desconfianza hacia Coronel por su exposición mediática, habría puesto en riesgo su vida.
Emma Coronel optó entonces por entregarse a las autoridades estadounidenses en 2021, una decisión que, según Hernández, fue calculada con antelación y no algo inesperado como cree. La periodista asegura que esta versión fue confirmada por un amigo personal de la exreina de belleza y un agente del gobierno estadounidense.
Coronel viajó a Washington D.C. pocos días después de que se emitiera una orden de arresto en su contra y, apenas cuatro meses después, firmó un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia, admitiendo su participación activa en las operaciones del Cártel de Sinaloa durante más de 14 años.
En dicho acuerdo, Coronel reconoció haber ayudado a Guzmán Loera en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, así como en la gestión de propiedades y dinero ilícito. Su cooperación con las autoridades le permitió obtener una sentencia reducida de dos años y siete meses, lo que facilitó su liberación el pasado 13 de septiembre de 2023.
Tras su liberación, Coronel ha buscado reinventarse como figura pública, participando en eventos de moda como el Milan Fashion Week y otras actividades. Sin embargo, Hernández advirtió sobre las implicaciones de las marcas de utilizar su imagen, recordando que fue parte activa de una organización criminal.
“Emma ya habrá pagado todos sus crímenes, pero no es un ejemplo a seguir. Es peligroso que su imagen sea utilizada para generar una apología del delito”, dijo Anabel Hernández a Javier Ceriani.