Artesanos y comerciantes del mercado San Pablito conmemoraron a las 46 personas fallecidas en la tragedia de 2016 con una misa en su honor.
A ocho años del siniestro, destacan las medidas de seguridad implementadas y el cambio en la producción, comercialización y resguardo de los productos pirotécnicos.
Recordando a los ausentes
En el municipio de Tultepec, Estado de México, conocido como la capital de la pirotecnia, se llevó a cabo una emotiva misa para honrar a las víctimas de la explosión ocurrida en el mercado de pirotecnia San Pablito el 20 de diciembre de 2016, siniestro en el que perdieron la vida 46 personas y más de 80 resultaron heridas, marcando un antes y un después en la comunidad.
La ceremonia tuvo lugar en una pequeña capilla dentro del mercado, decorada con imágenes de San Juan de Dios, patrono de los pirotécnicos, y de la Virgen de Guadalupe. Durante la homilía, el sacerdote oró por el bienestar y la seguridad de los trabajadores del mercado, quienes han cambiado sus prácticas desde aquel fatídico día. “Es una herida que difícilmente podemos borrar. Muchos perdimos compañeros, amigos y familiares”, comentó un comerciante presente en el acto.
La tragedia de 2016, provocada por una cadena de explosiones en el mercado, conmocionó al país y puso en el centro de la discusión la seguridad en el manejo de la pirotecnia, “Lo único que recuerdo es que la gente corría. Intentamos ayudar a los que estaban cerca, pero el fuego avanzaba rápido”, dijo con tristeza una mujer que atestiguó los hechos.
Antes y después
Desde entonces, las autoridades y los comerciantes han implementado estrictas medidas de seguridad, ahora los puestos ahora son más pequeños, con pasillos amplios que facilitan la evacuación de personas en caso de emergencia, además de contar con extintores, arena y agua a la mano, acciones cuyo objetivo es prevenir tragedias similares y garantizar la seguridad de los trabajadores y visitantes.
La transformación también se ve reflejada en los productos que se comercializan, ya que la pirotecnia actual está enfocada en generar espectáculos visuales más seguros, antes que ruidosos. “Invitamos a consumir pirotecnia con supervisión de un adulto. Nuestro mensaje es ofrecer diversión de forma responsable”, indicó un comerciante.
Los comerciantes coinciden en que la experiencia del desastre ha cambiado su perspectiva y su compromiso con la seguridad. Sin embargo, también insisten en que la pirotecnia, manejada adecuadamente, sigue siendo un arte y un espectáculo cautivador.
Actualmente, el mercado San Pablito trabaja bajo la supervisión de las autoridades de Protección Civil del Estado de México y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), quienes realizan inspecciones periódicas para garantizar el cumplimiento de las normativas.
A ocho años de la tragedia, Tultepec honra la memoria de quienes perdieron la vida mientras busca mantener viva su tradición pirotécnica de manera responsable. La misa no solo fue un acto simbólico, sino también un recordatorio de la importancia de la seguridad y la unidad en esta comunidad de artesanos.