Las cáscaras de limón son muy utilizadas en la repostería o en algunos platillos especiales pero sus funciones no acaban ahí, pues son un elemento lleno de beneficios como fibra o minerales, por lo que llegan a utilizarse como remedio casero e incluso en la jardinería, pues aporta muchas de sus propiedades a las plantas y a la tierra.
Aunque no existe mucha información al respecto en fuentes oficiales, múltiples sitios y medios argentinos como Todo Noticias mencionan que “las cáscaras del limón son constantemente desaprovechadas, pues además de que son beneficiosas para los seres humanos, mejoran el estado del suelo y las plantas”.
También señala que al ser un recurso natural es ideal para como alternativa sostenible en jardinería, además de que pueden cumplir una función repelente.
Beneficios de enterrar cáscara de limón
De acuerdo con múltiples sitios de internet que comparten información sobre ecología, reciclaje, energías renovables, medio ambiente, eficiencia energética y desarrollo sostenible, enterrar las cáscaras de limón añade beneficios generales al suelo como la aportación de nutrientes.
Gracias a que son una fuente rica en calcio, potasio y fósforo, fundamentales para el crecimiento saludable de las plantas, la tierra absorbe los minerales necesarios y permite que se nutran de ella todas las especies ahí cultivadas.
Al momento de que se descomponen, se liberan estos nutrientes y se fortalecen las estructuras celulares, pero otro de los beneficios que tiene enterrar las cáscaras de limón es que sirven como repelente natural de plagas, pues “el aroma cítrico de las cáscaras resulta desagradable para algunos insectos como arañas y hormigas”.
Con esto es posible mantener el jardín protegido sin necesidad de recurrir a pesticidas químicos, lo que permite desarrollar un enfoque más ecológico.
Otra de las ventajas de hacer esto es que gracias a las propiedades fungicidas de las cáscaras de limón se regula el pH del suelo y dificulta la proliferación de hongos y bacterias dañinas para las plantas. Esto resulta ser especialmente útil para mantener tanto las hojas como las flores saludables.
Además, al integrarse a una composta, las cáscaras de limón aceleran el proceso de descomposición y enriquecen el abono final con micronutrientes esenciales, lo que también mejora la calidad de la composta.
Esto a su vez contribuye a que se eleve la acidez del suelo y se beneficien las plantas, pues tienen una mayor preferencia por suelos ácidos. Sin embargo, un portal de internet conocido como Ecoinventos, menciona que “es importante utilizarlas con moderación para evitar desequilibrios en el pH”.
Cómo enterrar cáscaras de limón correctamente
Para maximizar los beneficios de las cáscaras de limón, se recomienda rallar o cortar las cáscaras en trozos bastante pequeños para facilitar su descomposición y que se entierren directamente en el suelo a una profundidad de cinco a 10 centímetros alrededor de las raíces o bien esparcirlas en la superficie meramente como si fuera una cobertura.
Como sugerencia se recomienda que la frecuencia para aplicar esta alternativa ecológica sea anual, pues con esto suele ser suficiente para la tierra y las plantas. Cuando se trata de especies de alto rendimiento como es el caso de los árboles frutales, se puede aplicar incluso hasta dos veces al año.
Con esta técnica no sólo se ayuda a mantener un jardín saludable, sino que también se promueve un enfoque sostenible en la jardinería al aprovechar recursos naturales que normalmente se desecharían.