Entre detenciones, alianzas y guerras, México vive un reacomodo de estructuras criminales: expertos

México atraviesa una etapa de importantes cambios en las dinámicas del narcotráfico, marcadas por el regreso de capos históricos como Osiel Cárdenas Guillén, las capturas de operadores clave de cárteles como “El Mero Mero” o Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, y los reacomodos internos en organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Durante una mesa de debate realizada en el programa de radio de Carmen Aristegui, los periodistas José Luis Montenegro y Ricardo Ravelo analizaron los últimos acontecimientos que están reconfigurando el mapa del crimen organizado en el país, con implicaciones que van desde la violencia en las calles hasta la política nacional.

Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, regresó a México tras cumplir una sentencia de 17 años en Estados Unidos por tráfico de drogas y delincuencia organizada. Su repatriación reabre viejas heridas y plantea nuevas preguntas sobre el futuro del cártel que encabezó en los años 90 y principios de los 2000. Durante su liderazgo, este narco fue conocido por su brutalidad y por fundar Los Zetas, un grupo de sicarios formado por exmilitares de élite que marcaron el inicio del paramilitarismo en el narcotráfico mexicano.

De acuerdo con Ricardo Ravelo, autor de “Osiel: Vida y tragedia de un capo”, su regreso no solo tiene una dimensión judicial, sino también un trasfondo estratégico. “Ahora que ya compurgó una pena en Estados Unidos de 17 años y una multa de 50 millones de dólares, tiene que regresar al país donde fue detenido para compurgar el resto de la pena que le queda pendiente porque tiene por lo menos cuatro delitos todavía que están en suspenso.”, explicó Ravelo.

Además, destacó el impacto de su liderazgo en la transformación del narcotráfico. “Osiel fue un personaje siniestro, sanguinario, creo que de los capos más sanguinarios que a lo largo de más de 30 años he seguido en México y en América Latina. [...] Transformó al Cártel del Golfo, creando el grupo de Los Zetas, que fue la primera expresión de paramilitarismo ligada al narcotráfico en su momento, de las más violentas que hemos tenido en México”, añadió.

Mientras tanto, el Cártel de Sinaloa enfrenta una de las mayores divisiones internas de su historia. Las tensiones entre Los Chapitos e Ismael “El Mayo” Zambada, agravadas por la detención de figuras clave como Ovidio Guzmán López (hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán), han dejado a la organización en una posición vulnerable y en proceso de reconfiguración. Según los analistas, la lucha interna entre estas facciones refleja una guerra por el control de territorios estratégicos como Sonora y Durango.

José Luis Montenegro, autor del libro “Los Chapitos: Radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa”, señaló: “Los Chapitos ahorita avanzan en una guerra fratricida contra La Mayiza. No veo a Ismael Zambada Sicairos ganando esta contienda ni tampoco a sus aliados.”

Por su parte, Ricardo Ravelo destacó la relevancia histórica de Ismael “El Mayo” Zambada dentro del narcotráfico en México: “Un día platicando con José Luis Santiago Vasconcelos, en paz descanse, me dijo: ‘No te hagas bolas, el gran capo de capos se llama Ismael El Mayo Zambada.’” Ravelo recordó que Zambada ha sido una figura clave en la estructura del Cártel de Sinaloa durante décadas, gracias a su habilidad para mantenerse operativo sin ser capturado.

En cuanto al futuro del narcotráfico en México, Montenegro afirmó: “Creo que la figura predominante del narcotráfico en México va a ser Iván Archivaldo Guzmán Salazar.” Esto refuerza la hipótesis de que Los Chapitos, liderados por Guzmán Salazar, buscan consolidar su poder mediante posibles alianzas con otras organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El CJNG, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, sigue siendo una de las organizaciones criminales más poderosas y violentas de México. Aunque se especula sobre su salud y posibles problemas dentro de su liderazgo, la organización ha logrado consolidarse en estados clave como Michoacán, Jalisco y Guanajuato.

Según Ricardo Ravelo, “los Zetas fueron la primera expresión de paramilitarismo en México, pero el CJNG los supera con estrategias más sofisticadas, como el uso de drones y minas terrestres”. Estas tácticas han elevado el costo humano para las fuerzas armadas que intentan enfrentarlos en sus bastiones.

Por su parte, José Luis Montenegro destacó el modelo de negocios implementado por el CJNG: “El Mencho ha creado una especie de franquicia criminal. Es un esquema que opera mediante alianzas locales, lo que le permite replicar su modelo en distintos territorios.” Este esquema, según los analistas, ha facilitado su capacidad de expansión y su influencia en el tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo.

Ambos analistas sugirieron que el reacomodo actual de las estructuras criminales podría derivar en alianzas estratégicas entre el CJNG y Los Chapitos. Aunque históricamente rivales, las presiones de otros grupos y los golpes del gobierno podrían obligarlos a cooperar, como se ha rumorado, para consolidar rutas de tráfico hacia Estados Unidos.

“Estamos viendo un reacomodo que incluye alianzas inéditas, incluso entre antiguos enemigos. Esto podría cambiar las reglas del juego en los próximos meses”, señaló Ravelo.

Con la presencia de 17 grupos criminales principales en México, además de múltiples células locales, el panorama del narcotráfico es complejo y se encuentra en constante cambio. Según los analistas, el regreso de capos históricos como Osiel Cárdenas Guillén, las divisiones internas en el Cártel de Sinaloa, y la expansión del CJNG son claros indicadores de un reacomodo que podría intensificar los niveles de violencia en el país.