Este miércoles, en su columna Historias de reportero, titulada Lo que no se vio en la reunión Sheinbaum-gobernadores, el periodista Carlos Loret de Mola realizó un análisis sobre la reunión que tuvo Claudia Sheinbaum con los gobernadores de los estados del país.
Según el periodista, los gobernadores salieron frustrados de la reunión con la mandataria nacional. “Unidos, pero frustrados”. Y es que, explica Loret, se encontraron con una presidenta muy clara, sobre que la llegada de Donald Trump a la casa blanca va a ser un “huracán para México”.
Sheinbaum se habría mostrado muy segura de que con Trump, vendrá una oleada de deportaciones. Incluso, la presidenta de México habría cuantificado el impacto, pues dijo que para febrero se esperaba la llegada de 10 mil migrantes “de golpe”.
Sin embargo, Sheinbaum no fue más allá, pues una vez que hizo el diagnóstico, se volteó con los gobernadores y les pidió que estén preparados. “No puso sobre la mesa un plan específico de contención. Sólo anunció que mandaría elementos de las Fuerzas Armadas, pero no dejó claro para qué. ¿Para detener a los migrantes, para conducirlos a algún lado? Nada de albergues, transporte, incluso espacios en cárceles para los que están acusados de crímenes allá (no acusados del “crimen” de migrar, sino sentenciados por delitos como temas de narco, asesinatos, violaciones)“, expone Loret de Mola.
Algunos de los gobernadores presentes le preguntaron por partidas presupuestales extraordinarias ante la emergencia, y se llevaron evasivas como respuesta.
Loret dice que los gobernadores salieron de la reunión con la impresión de que cada quien tiene que “rascarse con sus propias uñas”. Los más alarmados fueron los gobernadores de los estados del norte de México, pues a ellos les tocará recibir a “porta gayola” la embestida de las deportaciones masivas de Donald Trump. “Seis estados: tres de Morena, uno del PAN, uno del PRI y otro de MC. Hay lugares como Tijuana y Ciudad Juárez en los que el paisaje urbano ha cambiado dramáticamente en los últimos años por la presencia descontrolada de migrantes”, se lee en la columna.
El diagnóstico presentado por Sheinbaum a las gobernadoras y los gobernadores, tuvo un tono diferente al que ha tratado de comunicar en su conferencia de prensa mañanera. En contra de la sensación de “vamos a poder arreglarlo”, que trata de permear con la narrativa de sus conferencias de prensa, a las y los gobernadores les dijo que “esto va a pasar y se va a poner difícil”.
En algunos de los gobernadores, la situación es más preocupante, pues temen que la falta de control sobre la oleada de migrantes deportados pueda derivar en una crisis social y de seguridad, y que ante la falta de techo y comida, puedan desatarse actos de rapiña debido a la desesperación, saqueos a tiendas de autoservicio y de conveniencia. “El escenario es de alerta máxima.
“Lo único bueno -coinciden los asistentes- es que existe un sentido de emergencia y también un enorme compromiso de enfrentar a Trump con unidad de todas y todos quienes encabezan una gubernatura, vengan del partido que vengan. Y eso, al menos eso, dejó un buen sabor de boca”, concluye la columna del comunicador.