En su columna de este martes, el periodista Carlos Loret de Mola profundiza en una disputa que vincula a los coordinadores de Morena en el Congreso, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, con intereses económicos y políticos que trascienden el mero presupuesto del Senado. Según Loret de Mola, el conflicto revela un vacío de poder, sobre todo porque la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no ha asumido su autoridad para manejar la situación.
La disputa no gira únicamente en torno a los 123 millones de pesos que no llegaron al Senado debido a recortes decididos por la Cámara de Diputados, sino que va mucho más allá. Desde hace semanas, ambos coordinadores han estado pisoteando sus intereses mutuos en lo que respecta a influencias políticas y económicas, abriendo una brecha entre amigos, aliados y aquellos que buscan contratos jugosos en instituciones clave como Pemex, CFE y Conagua.
La tensión refleja una pugna por el poder político y económico dentro del partido, y un vacío que, según Loret de Mola, debería ser llenado por Sheinbaum. El columnista se pregunta si Adán Augusto y Monreal se hubieran atrevido a llevar a cabo este espectáculo público de recriminaciones mutuas durante la administración de López Obrador, lo cual sugiere que el problema esencial radica en la percepción de debilidad o indiferencia en el liderazgo actual.
Desde que los dos políticos unieron fuerzas para frustrar la candidatura preferida de Sheinbaum para renovar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, consolidaron una sensación de impunidad política. Adán Augusto y Monreal, al parecer, consideran que ya han conseguido la ventaja ante Sheinbaum, trasladando la disputa directamente entre ellos.
La presidenta ha adoptado un enfoque que minimiza y desestima la gravedad del conflicto, describiéndolo como una serie de desacuerdos normales entre los legisladores. Sin embargo, Loret de Mola subraya la falta de acción por parte de la presidenta al evitar confrontar abiertamente el problema, sugiriendo que está delegando la responsabilidad en López Obrador para encontrar una solución desde lejos.
En medio de estas acusaciones, la presidenta ha urgido a los involucrados a recordar lo que ella llamó “pueblo, pueblo, pueblo”, sugiriendo que no olviden quién los eligió. Sin embargo, la realidad según el columnista es que fue López Obrador quien los colocó en sus actuales posiciones, a cambio de apoyo hacia la candidatura de Sheinbaum.
El conflicto representa una oportunidad para que la administración actual demuestre liderazgo y maniobre dentro del partido para establecer el orden necesario. De no suceder, parecería que cada vez más miembros de Morena interpretan el liderazgo de Sheinbaum como uno que puede ser desafiado, lo que podría tener implicaciones profundas para la cohesión y estrategia futura del partido.