Al viajar a un país distinto al de nacimiento es común que las personas sufran choques culturales debido a las tradiciones, costumbres y hábitos de los habitantes, tal como le sucedió a una mujer rusa.
A través de TikTok, una extranjera reveló los alimentos que a los rusos le parecen más extraños al visitar México por primera vez, ya que aseguró se trata de alimentos que no suelen consumir de la misma forma.
“La comida mexicana que parece extraña para los rusos”, inició la mujer.
Según la mujer, los limones en Rusia suelen ser amarillos, grandes y jugosos, mientras que en México es común que se consuman de color verde. Esto le provocó un choque cultural a la tiktoker, quien aseguró que en su país son considerados como frutas que casi no tienen jugo.
Otra de las cosas que no comprende la rusa es que los mexicanos utilicen cátsup y salsa en las pizzas, ya que aseguró en su país no se le agrega ningún tipo de condimento ni aderezo.
“En Rusia no ponemos ninguna salsa sobre la pizza porque lleva mucha salsa, pero en México siempre ponen más cátsup (…) literalmente lo ahogan”.
El último de los alimentos que sorprenden a la rusa es que en México se le agrega chocolate al mole, lo cual le parece muy extraño debido a que en su país nunca se combina con la carne.
Diferencias gastronómicas entre Rusia y México
La gastronomía de México y Rusia ofrece contrastes interesantes debido a sus distintas geografías, climas e historias culturales.
México se destaca por el uso de ingredientes frescos y variados como el maíz, frijoles, chiles y tomates. Platos emblemáticos como los tacos, enchiladas y moles muestran su diversidad y riqueza. Las técnicas culinarias mexicanas incluyen el uso del comal para calentar tortillas y asar ingredientes, así como la cocción lenta en cazuelas de barro. Las especias y hierbas, como el cilantro y el orégano, se utilizan abundantemente para dar sabor.
Por otro lado, la gastronomía rusa se caracteriza por su carácter sustancioso y calórico, adaptado a los inviernos fríos. El pan negro, la papa y la remolacha son algunos de los ingredientes básicos. Entre los platos tradicionales están el borscht, una sopa de remolacha, y el stroganoff de carne. La técnica del encurtido es común, utilizada para conservar alimentos como pepinillos y repollo. El uso de productos lácteos fermentados, como la smetana, es también frecuente.
Ambas cocinas son ricas en tradición, pero reflejan sus respectivos entornos y culturas, ofreciendo experiencias culinarias distintivas.