Muchas niñas y niños desean tener un perro o un gato, así que sus familias deciden que es una excelente idea regalarles un cachorro con motivo de Navidad; sin embargo, esta no es la forma adecuada de darle vida digna a un animal de compañía, pues puede terminar atado en la azotea o abandonado en la calle.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) lanzó una campaña para evitar que perros y gatos sean tratados como un regalo en festividades navideñas y otras como Año Nuevo o Día de Reyes.
A través de un sensible cortometraje, la PAOT invita a la población a no regalar perros o gatos en Navidad, ya que la mayoría termina en el abandono o incluso maltrato antes de cumplir su primer año de vida.
El gusto del momento puede convertirse fácilmente en desinterés, lo mismo ocurre cuando se regala un cachorro a la pareja sin que antes hayan planificado un espacio adecuado para cuidar al animal.
Los gatos y perros requieren cuidados específicos y mucha atención para enseñarles las reglas de la casa; sin embargo, es común que después de la Navidad, la familia vaya perdiendo la paciencia y decida abandonar al animal, ya sea dejándolo libre en la calle, amarrándolo en la azotea o simplemente desatendiendo su comida diaria.
“Rompe el ciclo, en esta temporada no regales, no compres, los perros y gatos no son juguetes”, se puede leer en la campaña de la PAOT.
En el cortometraje, se ve que un perro es regalado en Navidad, pero después de destruir las pantunflas del dueño, alguien decide atarlo y apenas se acuerda de darle de comer, el animal crece en la intemperie, maltratado por la cadena y la indiferencia de quien debería ser su cuidador.
Un año después, la familia vuelve a adquirir otro animal, esta vez se trata de un gato envuelto en una caja en la base del árbol de Navidad, quien al principio es festejado igual que el perro, pero que tendrá el mismo destino a la primer dificultad de conducta, por lo que se deja ver.
Los animales son seres vivos que requieren atención constante, alimentación adecuada, cuidado veterinario y un entorno apropiado. Un niño puede no estar preparado para asumir esta responsabilidad a largo plazo, lo que podría resultar en negligencia involuntaria hacia el animal.
Tener un animal de compañía implica un compromiso a largo plazo, no solo durante la temporada navideña. Los niños pueden emocionarse inicialmente, pero perder interés con el tiempo, dejando el cuidado del animal a los padres o tutores.
Es importante no comprar un animal sólo porque es bello y se ve tierno de cachorro, si no por realmente tomar una decisión informada para darle un hogar y una vida digna.