Diplomacia pública latinoamericana, parte I: una mirada a la producción académica

La diplomacia pública, aunque suene a un concepto técnico, es básicamente la manera en la que los países se comunican y relacionan con públicos extranjeros.

A través de actividades como intercambios culturales, promoción de turismo, medios de comunicación o cooperaciones específicas, los Estados intentan crear una imagen favorable de sí mismos y establecer relaciones positivas con públicos de fuera de sus fronteras. En un mundo cada vez más conectado, la manera en la que un país se presenta ante el mundo puede marcar la diferencia entre el éxito o el aislamiento en la arena internacional. La diplomacia pública se divide en varios tipos, cada uno con un propósito distinto:

1. Diplomacia cultural. Busca promover la cultura de un país para generar conexiones a largo plazo, como ocurre con intercambios educativos o eventos culturales.

2. Diplomacia mediática o digital. Usa los medios de comunicación o las redes sociales para difundir información y promover una imagen o idea específica. Aquí toman especial importancia las estrategias de discurso persuasivo.

3. Place branding (marca lugar). Se refiere a la promoción de una imagen positiva de un lugar para atraer turismo, inversión o fomentar exportaciones. Esta estrategia la practican generalmente los países (nation branding o marca país), pero también puede adoptar las formas de region branding (marca región) o city branding (marca ciudad).

4. Diplomacia de nicho. Es la más específica y busca destacar en temas o áreas concretas, como la cooperación al desarrollo.

La investigación muestra que la producción académica sobre este tema en América Latina es bastante reciente, comenzando en 2007 y creciendo de manera significativa desde 2016.

Los países que más han producido investigaciones sobre diplomacia pública son Brasil, México y Colombia, pero hay un dato curioso: Brasil y Colombia tienen la mayor cantidad de estudios enfocados en place branding, mientras que México se centra más en la diplomacia cultural. Se encuentran referencias indigenistas y enfoques decoloniales en la producción sobre diplomacia pública de Perú y Colombia, y alusiones al desarrollo y la inclusión social urbana en investigaciones sobre marca-ciudad de Argentina y Colombia.

El crecimiento tardío de la producción académica, comparado con otras regiones del mundo, está relacionado con el hecho de que los países latinoamericanos empezaron a practicar la diplomacia pública mucho después que las grandes potencias mundiales. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética ya utilizaban la diplomacia pública como herramienta de política exterior, pero en América Latina, este tipo de actividades se consolidaron más tarde.

Dentro de los distintos tipos de diplomacia pública, las estrategias de place branding son, con diferencia, las más investigadas en la región. Alrededor del 60% de las publicaciones revisadas se centran en este aspecto. En Brasil, por ejemplo, se ha estudiado mucho cómo el país ha intentado mejorar su imagen para atraer turismo y comercio internacional.

Algo similar ocurre en Colombia, donde la marca-ciudad también ha tomado protagonismo, especialmente en lugares como Medellín y Bogotá, que han buscado reinventarse tras épocas de conflicto.

En México, el enfoque ha sido diferente, ya que predomina la diplomacia cultural. México ha utilizado su rica historia cultural, sus museos y su arte para construir relaciones internacionales. No es casualidad que el país se asocie tanto con el cine, la música y el arte en el extranjero.

Otros temas menos explorados son la diplomacia de nicho y la diplomacia mediática. En la diplomacia de nicho, algunos países han destacado por su enfoque en áreas específicas. Cuba, por ejemplo, ha desarrollado una fuerte diplomacia en el ámbito de la salud, enviando médicos a diferentes partes del mundo, mientras que Venezuela, bajo el gobierno de Chávez, promovió una estrategia mediática regional a través del canal Telesur, buscando influir en la opinión pública internacional.

Por otro lado, la diplomacia mediática ha cobrado más importancia en la era digital, especialmente con el uso de redes sociales como Twitter. Muchos líderes políticos, como Hugo Chávez en Venezuela o Cristina Kirchner en Argentina, han utilizado estas plataformas como una herramienta directa de comunicación con el público extranjero.

El estudio muestra que, aunque la diplomacia pública en América Latina ha tenido un desarrollo más lento que en otras partes del mundo, hoy en día es una herramienta clave para los países de la región. A través de la cultura, las estrategias de place branding o las redes sociales, los Estados latinoamericanos están encontrando formas de construir su imagen en el escenario global.

La diplomacia pública latinoamericana es un campo en crecimiento donde las mayores potencias, Brasil y México, lideran en términos de producción académica y estrategias.

Queda claro que el enfoque predominante ha sido el place branding, en detrimento de estrategias con más peso político como la diplomacia mediática. En un próximo artículo se indagará en las creación de marca a través de estrategias de nation branding en países latinoamericanos.

El artículo “Revisión Sistematizada de la Producción Académica Sobre Diplomacia PúblicaLatinoamericana” ofrece un análisis profundo y estructurado sobre cómo ha evolucionado la diplomacia pública en la región latinoamericana. Forma parte del proyecto de investigación “Diplomacia pública en Latinoamérica”, financiado por la Universidad Panamericana.

SEMBLANZA:

María-Luisa Azpíroz es profesora-investigadora en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana, campus México. Imparte las materias de Entorno Universal Contemporáneo y Geopolítica. Su investigación se centra en la diplomacia pública y el desarrollo sostenible.