En una reciente columna de opinión, el periodista Carlos Loret de Mola analiza cómo el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum en México ha cambiado su postura en materia de seguridad tras las amenazas del ex presidente Donald Trump de imponer un “arancel del 25% a todos los productos mexicanos”. Este giro busca demostrar a Estados Unidos que la nación “ya no está cruzada de brazos”, como indica Loret de Mola.
El martes, la Marina de México confiscó “más de una tonelada de fentanilo en Sinaloa”, un logro sin precedentes tanto para México como para Estados Unidos. Según Carlos Loret de Mola, este decomiso, que hubiera alcanzado para “20 millones de dosis”, representa no solo un récord histórico sino también un “golpe económico brutal” a las finanzas del cártel de Isidro Meza Flores, conocido como “El Chapo Isidro”, vinculado a los Beltrán Leyva.
En medio de estos acontecimientos, la presidenta Sheinbaum ha ordenado que Omar García Harfuch, encargado de la seguridad en su administración, se “vaya a vivir temporalmente a Sinaloa”. Loret de Mola destaca que García Harfuch, quien cuenta con el respaldo de un sector importante del gobierno estadounidense, tiene la “misión central de acabar con la violencia”.
La serie de eventos coincide con un aumento significativo en las detenciones relacionadas con el crimen organizado. La presidenta Claudia Sheinbaum puede presumir de que “han detenido a más de 5 mil personas en dos meses de gobierno”, lo que para Loret de Mola implica de hecho “el fin del ‘abrazos no balazos’”.
Carlos Loret de Mola compara la situación actual en Sinaloa con eventos de años pasados en Michoacán. Recuerda cómo en 2014, ante el control de los cárteles sobre el estado, el entonces presidente Enrique Peña Nieto envió a un comisionado especial para restablecer el orden. “El esquema actual en Sinaloa no es idéntico”, señala Loret de Mola, pero indica que la presencia de García Harfuch lo convierte en “el gobernador de facto”.
El gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya, quien pertenece al mismo partido que Sheinbaum, podría encontrar similitudes con el ex gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, quien tuvo que “renunciar después de cinco meses” tras ser considerado parte del problema, asegura Carlos Loret de Mola. La referencia busca resaltar un posible paralelismo en la gobernabilidad bajo presión del crimen organizado.
La respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum busca situar a México en una posición más fuerte frente a las presiones comerciales del norte. “Sentarse a la mesa con Trump con estas dos noticias”, remarca Loret de Mola, coloca al gobierno mexicano en una posición de negociación “dramáticamente diferente”, evidenciando un cambio palpable en la estrategia de seguridad del país.