¿Qué es mejor: cargar gasolina por litro o por monto? Profeco te dice cómo ahorrar más

La forma en que los automovilistas eligen cargar combustible puede influir significativamente en su presupuesto y en el rendimiento de su vehículo. Sin embargo, surge una pregunta común: ¿es más conveniente pedir gasolina por litros o por monto?

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), esta decisión no es trivial, ya que una de estas opciones ofrece mayores beneficios en términos de exactitud y control del gasto.

Profeco recomienda solicitar el combustible por litros en lugar de por un monto específico de dinero. Esto asegura una mayor precisión en la cantidad despachada y reduce las posibilidades de inconsistencias. Además, aconseja hacerlo en intervalos de 20 litros, ya que esta medida dificulta posibles alteraciones en las máquinas despachadoras.

Las principales ventajas de cargar por litro incluyen:

• Precisión: Permite monitorear con mayor exactitud cuánto combustible se utiliza, facilitando ajustes en los hábitos de conducción.
• Flexibilidad: Ideal para llenar el tanque completamente, sin depender de fluctuaciones en los precios de la gasolina.
• Control del gasto: Ayuda a planificar mejor el presupuesto y adquirir únicamente la cantidad necesaria.

Además, Profeco ha desarrollado la aplicación Litro por Litro, que ayuda a los conductores a localizar gasolineras con precios más económicos en un radio de hasta 19 kilómetros. La app también permite denunciar irregularidades en el servicio.

Cargar gasolina por monto tiene varias desventajas que pueden impactar tanto el presupuesto del conductor como la cantidad de combustible recibida:

• Imprecisión en la cantidad despachada: Las bombas de gasolina están diseñadas para dispensar combustible por volumen (litros). Al cargar por monto, puede haber redondeos al final de la operación, lo que significa que no siempre se recibe la cantidad equivalente al dinero pagado.
• Dificultad para controlar el consumo: Cargar por monto no permite monitorear con exactitud cuántos litros se están utilizando, dificultando el control del gasto y del rendimiento del vehículo.
• Posibilidad de alteraciones: Solicitar gasolina por monto facilita prácticas irregulares en estaciones que puedan configurar las bombas para entregar menos combustible del pagado.
• Dependencia de los precios: En contextos de fluctuaciones constantes en los precios de los combustibles, cargar por monto puede resultar menos eficiente, ya que no garantiza adquirir una cantidad consistente de gasolina.

La hora en que se carga gasolina también puede marcar una diferencia en términos de eficiencia. Según la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, el mejor momento para cargar combustible es a las 18:00 horas, cuando la temperatura disminuye y se reduce la evaporación del hidrocarburo.

Como alternativa, también se sugiere cargar gasolina antes de las 10:00 horas, otro periodo en el que las condiciones climáticas favorecen una menor evaporación y, además, se disminuye el impacto en la capa de ozono.

Más allá de la forma de cargar combustible, existen prácticas que ayudan a maximizar el rendimiento de cada litro y a ahorrar dinero:

• Apaga el motor si no está en movimiento: Esto evita desperdicios innecesarios de gasolina.
• Mantén una velocidad constante: Puede ahorrar entre 0.5 y 0.7 litros por hora en carretera.
• Frena con anticipación: Disminuye el consumo hasta un 2% al evitar aceleraciones y frenados bruscos.
• Cuida la presión de las llantas: Neumáticos bien inflados mejoran la eficiencia del vehículo.
• Haz mantenimiento regular: Asegúrate de que el motor, los filtros y otros componentes estén en óptimas condiciones.
• Carga gasolina en temperaturas bajas: Por la mañana o noche, el combustible se mantiene más denso, rindiendo más.
• Evita bajar de medio tanque: Esto reduce la evaporación y garantiza un mejor rendimiento.
• Optimiza el peso del vehículo: Retira objetos pesados o innecesarios del automóvil.
• Minimiza el uso del aire acondicionado: Prefiere abrir las ventanas a bajas velocidades.

Adoptar estas recomendaciones no solo genera un impacto positivo en el presupuesto de los automovilistas, sino que también contribuye a reducir las emisiones contaminantes, promoviendo una conducción más sostenible y responsable con el medio ambiente.

Estas pequeñas acciones, junto con el hábito de cargar gasolina de manera inteligente, pueden marcar una gran diferencia en el rendimiento del vehículo y en el bolsillo de los conductores.