El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó sobre un sismo de magnitud 4.1 generado este 4 de diciembre cerca de Coyuca de Benítez, que sucedió a las 3:42 horario local (9:42 UTC).
Información preliminar señala que el temblor tuvo un epicentro 28 km al suroeste de la ciudad, en el estado de Guerrero, con una profundidad de 5 km y fue percibido por los habitantes de la localidad.
Ante una actividad sísmica de importancia, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)recomienda no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.
Tras un terremoto, revisa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu celular solo en caso de emergencia, no enciendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante mantenerte alerta.
También puedes seguir las siguientes medidas antes de un terremoto: alista un plan de protección civil, participa en simulacros de evacuación, identifica zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y prepara una mochila de emergencia.
Durante un temblor guarda la calma y ubícate en un lugar seguro, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un vehículo, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te encuentras en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.
Temblores en México
México se encuentra en una zona de alta actividad geológica, que lo expone al riesgo constante de sufrir este tipo de eventos. Prueba de lo anterior fueron los sismos de 1985 y 2017, que causaron grandes daños, sin embargo, no han sido los de mayor magnitud en la historia del país, pese a ser de los más presentes en la memoria tanto de nacionales como de extranjeros.
El 28 de marzo de 1787, un Oaxaca colonial se vio estremecido por el que ha sido el terremoto más fuerte registrado en lo que hoy es México hasta ahora. Con una magnitud de 8.6, fue seguido de un tsunami que se adentró 6 kilómetros más allá de la costa.
Según un estudio del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) realizado en 2009 sobre el sismo del 28 de marzo de 1787, grandes terremotos con magnitudes de 8.6 o mayores podrían ocurrir en los próximos años. Estos tendrán como epicentro las costas de México y Centroamérica, por estar ubicados en la Brecha de Guerrero que acumula una gran cantidad de energía.
Pero incluso terremotos de menor magnitud pueden provocar grandes afectaciones. Ejemplo de lo anterior fueron los eventos sísmicos de 1985 y 2017. En aquellas oportunidades, la vida de los pobladores de la Ciudad de México se vio trastocada, al tiempo que tanto el Gobierno como los ciudadanos particulares reconstruían edificios e infraestructura.
El 19 de septiembre de 1985 sucedió un terremoto de magnitud 8.2, con epicentro en el estado de Guerrero. Eran las 07:19 horas locales (13:19 UTC). En aquel momento, se pensó que no habría más terremotos de tales dimensiones, mas un evento afín aconteció exactamente 32 años después.
El de 2017 se dio entre los estados de Puebla y Morelos a las 13:14 hora del centro (18:30 UTC). El saldo de víctimas humanas alcanzó las 369 muertes.