La NASA ha explicado diversos aspectos sobre el fenómeno meteorológico conocido como La Niña, que es parte del ciclo El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) y que podría llegar a México en las próximas semanas, cabe señalar que había más de 60% de posibilidades de que se desarrollara entre finales de 2024 y principios de 2025.
La NASA, a través de sus investigaciones y datos satelitales, ha observado cómo el fenómeno de La Niña impacta en los patrones climáticos de México:
Aumento de precipitaciones en el sur de México: La Niña puede intensificar las lluvias en la región suroeste de México, incrementando el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra, particularmente durante la temporada de lluvias.
Sequía en el norte de México: En contraste, el norte de México suele experimentar condiciones más secas de lo normal durante La Niña, exacerbando las sequías y afectando la agricultura y la disponibilidad de agua, especialmente en estados como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y porciones del noreste del país.
Temperaturas más bajas: Si bien el impacto principal de La Niña se observa en las precipitaciones, también puede influir en las temperaturas, registrándose temperaturas ligeramente más bajas de lo normal en algunas regiones de México.
Mayor actividad ciclónica en el Pacífico: La Niña favorece el desarrollo de huracanes en el Océano Pacífico oriental, aumentando el riesgo de impacto en las costas mexicanas del Pacífico.
Es importante destacar que La Niña no es el único factor que influye en el clima de México. Otros fenómenos climáticos, así como la variabilidad natural, también juegan un papel importante. La NASA, mediante el monitoreo constante y el análisis de datos, proporciona información crucial para comprender y predecir los efectos de La Niña y otros fenómenos climáticos en México y el resto del mundo.
Este fenómeno se produce por un enfriamiento anormal de las temperaturas superficiales del océano en el Pacífico ecuatorial central y oriental, lo que altera los patrones de viento y precipitación.
El fenómeno de la Niña es la fase fría del ciclo ENOS, caracterizada por temperaturas más frías que el promedio en las aguas superficiales del Océano Pacífico ecuatorial. Además, durante La Niña, se presentan patrones climáticos opuestos a los de El Niño, incluyendo el aumento de las lluvias en el Pacífico ecuatorial occidental.
Los eventos de La Niña suelen durar entre 9 y 12 meses, alternándose con períodos de condiciones neutrales o de El Niño en el ciclo ENOS.