El coordinador parlamentario del PRI en la Cámara de Diputado, Rubén Moreira Valdez y el diputado Christian Bello, exhortaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a modificar las políticas de operación del programa “Jóvenes Escribiendo el Futuro”, con objeto de que las instituciones de educación superior privadas no sean excluidas de los beneficios.
Los priístas explicaron que hay estudiantes que cursan en esas universidades por no tener otra opción, pero que tienen problemas económicos. Ambos consideraron que el Estado mexicano afecta doblemente a los estudiantes que no logran su ingreso a alguna institución pública y recurren a la educación privada. Por un lado, argumentaron, se les niega el acceso a la educación pública y, por otro, se les excluye de un programa social creado con la finalidad de que estudien.
“Si el propósito del programa es brindar las herramientas necesarias para que los jóvenes puedan escribir su futuro, no debe rechazarse a quienes estudian en instituciones privadas por falta de opciones públicas. El apoyo debe negarse sólo a aquellos que cuentan con los recursos suficientes para costear su educación, no a quienes enfrentan precariedades”, señalaron Moreira Valdez y Castro Bello en el documento presentado ante la SEP.
Saturación de universidades públicas
En su exposición de motivos, los representantes de la bancada priísta subrayaron que las instituciones públicas de educación superior más grandes de México, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), operan al máximo de su capacidad, pues en el ciclo escolar 2023-2024, inscribieron 380 mil y 216 mil estudiantes, respectivamente. Esta cifra, destacaron los diputados, representa apenas el 5.6% del total de los jóvenes de México y el 11% de los matriculados en universidades públicas.
Esta saturación, acentuaron, obliga a muchos estudiantes a buscar alternativas en universidades privadas, donde -contrario a la percepción común- también hay estudiantes con recursos económicos limitados, quienes deben hacer grandes esfuerzos para financiar sus carreras.
Los legisladores calificaron como un “despropósito” que el programa “Jóvenes Escribiendo el Futuro” discrimine a estudiantes de universidades privadas, ya que estas también albergan en sus aulas a jóvenes desfavorecidos que no lograron ingresar a las instituciones públicas.
El exhorto pretende generar debate que redefina los requisitos del programa y permita garantizar que su alcance sea verdaderamente equitativo, en beneficio de los jóvenes vulnerables, sin importar la institución en la que cursen sus estudios superiores.
“Es indispensable reconocer que las dificultades económicas no son exclusivas de las instituciones públicas; excluir a estos estudiantes de los apoyos perpetúa desigualdades y contradice el espíritu del programa”, concluye el documento.