La presencia de osos en Nuevo León ha aumentado en los últimos años, especialmente en las áreas urbanas de Monterrey. Estos animales, predominantemente osos negros, suelen habitar en zonas boscosas y montañosas, pero la deforestación y la reducción de sus hábitats naturales han llevado a los osos a acercarse a las ciudades, en busca de comida. Este fenómeno ha generado preocupación, ya que los animales, al no encontrar suficiente alimento en su entorno natural, recurren a fuentes humanas como basureros y calles.
Un claro ejemplo de este fenómeno ocurrió el pasado fin de semana en el municipio de San Pedro Garza García, donde se viralizó un video que mostraba a una osa y sus tres crías caminando tranquilamente por el camellón central de una avenida muy concurrida. La grabación captó la atención de transeúntes y automovilistas, quienes se sorprendieron al ver una familia de osos cruzando por una zona tan transitada.
En el video, se puede observar cómo elementos de la policía municipal escoltan a los osos mientras avanzan por la calle, asegurándose de que no haya ningún incidente. Esta intervención también resalta la importancia de mantener la seguridad tanto para los animales como para las personas. La grabación, que fue difundida rápidamente en redes sociales, desató una serie de reacciones y comentarios, algunos de los cuales tomaron un tono humorístico, como “Hijos, les gusta la ciudad” o “Se acerca la Navidad, hay que ver qué les robamos a los humanos de comida”.
Este avistamiento es particularmente significativo porque, aunque es común ver a osos solitarios buscando alimentos en los basureros de la ciudad, pocas veces se había documentado a una familia completa de estos animales paseando por zonas urbanas. Los osos, en busca de alimento, se han aventurado en áreas cercanas a las ciudades, lo que pone de relieve la creciente interacción entre fauna silvestre y seres humanos.
El aumento de estos avistamientos ha generado inquietud entre los habitantes de Nuevo León, ya que la presencia de estos animales en las zonas urbanas implica un mayor riesgo tanto para los humanos como para los osos. Las autoridades locales están tomando medidas preventivas para evitar confrontaciones y asegurar que los animales regresen de forma segura a su hábitat natural.
Este tipo de situaciones también subraya la necesidad urgente de conservar los hábitats naturales de estos animales y garantizar que puedan encontrar los recursos necesarios para sobrevivir sin tener que desplazarse hacia las áreas urbanas.