Silvia Pinal, una de las grandes actrices de la Época de oro del cine mexicano, siempre llamó la atención por su talento para la pantalla grande y la televisión, además de su innegable belleza. A pesar de que su actuación en cada una de las películas o telenovelas donde participó es recordada con gran ovación no inició su vida profesional dentro del mundo del espectáculo mexicano.
La nombrada Última Diva del Cine de Oro, fallecida este 28 de noviembre de 2024, tuvo una destacada carrera como actriz, ella siempre sintió admiración por el mundo del canto pero su padre adoptivo la obligó a estudiar algo de utilidad antes de intentar volverse una celebridad. Para ese momento las carreras para mujeres eran limitadas y muy pocas de ellas tenían acceso a una.
Por este motivo cursó sus estudios en el Colegio Pestalozzi de Cuernavaca y posteriormente en el Instituto Washington de la Ciudad de México. En ambas instituciones la actriz de películas clásicas como Viridiana, El Pecado De Laura o La Mujer Que Yo Pedí estudió algo completamente distinto a la profesión que terminó ejerciendo el resto de su vida.
Silvia Pinal estudió mecanografía y trabajó como secretaria antes de la fama
Bajo este panorama, Pinal siendo una niña de 14 años estudió mecanografía, una de las carreras más comunes de los años 40 y de las pocas opciones que se le permitieron a la última diva del cine de oro mexicano.
Al terminar de estudiar esta profesión la actriz de telenovelas como Fuego En La Sangre, Soy Tu Dueña o Una Familia Con Suerte pensó que podría por fin ejercer sus más grandes sueños, pero una vez más todo su entorno se complicó, principalmente el familiar, ya que se le obligó una vez más a ejercer aunque fuera temporalmente la mecanografía y fue así como comenzó a trabajar como secretaria.
Aunque muy pocas personas saben este pasado de la actriz, ella ha mencionado en más de una entrevista y en su libro biográfico Esta Soy Yo: Silvia Pinal que su sueño era estudiar ópera, así que una vez realizada la carrera que su padre adoptivo la obligó a cursar y ejercer, consiguió tomar clases con un profesor particular.
Estas clases particulares de ópera las tomaba con el profesor Reyes Retana, donde logró cambiar el rumbo de su carrera ya que sería invitada a participar en un certamen de belleza donde conoció a los actores Rubén Rojo y Manolo Fábregas.
Tiempo después, uno de sus profesores de la academia de música, la alentó a estudiar actuación en Bellas Artes en donde tomó clases con figuras del arte tales como Carlos Pellicer, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. Así fue como continuó estudiando canto y música en dicho recinto hasta debutar.